OPINIÓN. Votar con dignidad, sin utopías

DESDE MI ISLA ATLÁNTICA. Por Antonio Coll

Yo puedo entender que exista una parte de la población de este país llamado Reino de España que está cabreada, indignada, desalentada y agobiada, desde que se inició la recesión económica mundial y, en particular, en la España de ZP. Pero resulta paradójico que esos “agobios” aparezcan en la recta final de unas elecciones. Hay mucha confusión en saber la identidad del movimiento ciudadano llamado “Democracia real, ya” y, sobre todo, en conocer a los organizadores, porque no me creo que sea espontáneo. Entiendo que desenmascarar a los “intelectuales” que han dibujado la hoja de ruta a seguir desde el 15 de mayo será una tarea ardua porque, precisamente, la estrategia es disfrazarse para que todo aparente de que es un “movimiento” al estilo del Mayo/68 en Paris. Yo no sé si quieren cambiar la actual organización sociopolítica, si son anti-sistema o son unos infiltrados de la extrema izquierda. Tengo la sensación de que aprovechándose de la mala situación económica del país, de la cual el principal culpable de la no recuperación ha sido el gobierno de ZP, que con sus retardadas y tímidas medidas, llegadas a destiempo, ha convertido al Reino de España, en el país con mas paro de la Unión Europea -5 millones de parados-. Han pasado más de tres años desde que se inició la crisis, tiempo han tenido los “indignados” para realizar estas “algaradas” y protestas. ¿Por qué ahora?
El 11 de marzo de 2004, en plenas elecciones generales, ocurrió el atentado en distinta estaciones de trenes en Madrid y el PP de Aznar perdió las elecciones. Por cierto, un atentando que aún no está clarificado de quienes fueron los auténticos impulsores intelectuales. Solo se sabe que, gracias al mismo, el PSOE ganó las elecciones. Son muchas coincidencias y sospechas que hacen que mi mente esté revolucionada por saber si ahora los disfrazados de utópicos tienen un objetivo determinado con el llamado rebaño “Democracia real, ya” Pueden estar mezclados, pueden ser ácratas, rebeldes y cabreados. Pueden ser ciudadanos descontentos. Pero todo me huele ha simulacro. Algunos dirigentes socialistas españoles manifiestan a los “defraudados” por la gestión del Gobierno socialista que “pueden perder el Estado de Bienestar si gobierna la derecha”. Desde la dirección del PP se dice que “tienen claro quienes están detrás del movimiento: la izquierda extrema del Psoe”.
La cuestión es que yo no veo alternativas coherentes, solo propuestas muy simplicaficadoras cuando se reivindica una democracia real. ¿En un sistema comunista o capitalista-liberal? Pregunto… Lo que me tiene mosqueado es que todas las manifestaciones se realizan lejos de la Moncloa, Ferraz y delegaciones del Gobierno español, presidido por ZP, ubicadas en las comunidades autónomas. Solo quiero decir que el rebaño tiene unos “pastores” que saben perfectamente donde esta la yerba verde y fresca. Como las cabras majoreras y conejeras, a pesar de la escasez de lluvia.
Mientras en España se entretienen con protestas contra el sistema democrático actual y, aparentemente, huyendo de la real democracia que, por ahora son las urnas, en Canarias se debate su futuro con la incertidumbre de no saberse los pactos para conformar gobierno. Entre los actuales partidos que tienen representación en el Parlamento –CC-PP-PSOE-, la unión de dos de ellos es suficiente. La entrada posible de la alianza Nueva Canarias-PNL-PIL puede darle aire fresco al hemiciclo pero dudo que pueda influir en la formación del futuro ejecutivo canario. En Lanzarote, para el gobierno insular, igualmente, se necesitará dos partidos, aunque no está muy claro y puede suceder que sean tres los necesarios. En los siete municipios de la isla todo está en el aire y sólo percibo a Jesús Machín de CC en Tinajo con mayoría absoluta. Los restantes partidos necesitaran pactos entre los que consigan representación. En Arrecife y según las tendencias de los múltiples sondeos realizados, el actual alcalde, Cándido Reguera -PP- puede ser el más votado pero necesitará como mínimo dos partidos para la mayoría absoluta o quedarse en la oposición. La irrupción del empresario lanzaroteño, Eduardo Spínola, por el PNC, es una incógnita En Teguise, feudo clásico del PIL, el candidato, José Dimas Martín tendrá que vérsela con el joven Oswaldo Betancort de CC para que uno de ellos pueda decidir el grupo de gobierno, si ambos no llegan a un acuerdo. En San Bartolomé, Marcial Martín, PSOE, tiene muchas posibilidades de seguir. En Tías, incertidumbre, así como en Yaiza y ¿Haría?
En estas complejas elecciones municipales y autonómicas todo está por decidir. Solo deseo que se vote con dignidad, en esta época de transformación y en la que Lanzarote y Canarias se juega su futuro. Solo deseo que se vote sin utopías, porque no sirve para nada; si estoy a favor de una nueva definición y mejorar la actual sociedad, haciéndola más humana pero también exigiendo esfuerzos a sus habitantes, sobre todo a los más jóvenes. Porque es muy cómodo protestar y hacerse “progre” con la barriga llena, a costa del Estado y de las propias cabezas de familias.