OPINIÓN. ZP escucha y decide, obligado

DESDE MI ISLA ATLANTICA. Por Antonio Coll

Es una pena que el presidente español ZP no haya escuchado hace años a los empresarios para comprobar el estado económico de la sociedad española. Posiblemente, en su última reunión con los 25 empresarios más influyentes de este país, ZP bajó de los “cielos” en la que se encontraba y captó, por primera vez, un diagnóstico de la realidad, expuesto por los que más saben de economía, finanzas, mercados y trabajo. Es cierto que por el mes de junio había aprobado reformas y leyes que no fueron suficientes para enderezar la cosa económica de la “nación”. Ahora ZP ha vuelto a adentrarse en su “centrifugadora” personal y cuando este periódico esté en la calle ya habrá aprobado –Consejo de Ministro 3 Diciembre- un paquete de medidas anticrisis que, naturalmente, será bien recibida por los mercados y las pymes, aunque perjudica a muchas familias necesitadas como era los 426 euros de subsidio. Después de congelar las pensiones, rebajar el sueldo a los funcionarios y empleados públicos y la tibia reforma laboral, ahora las iniciativas van más encaminadas a reducciones fiscales a empresas y autónomos y privatizar lo poco que le queda al Estado: Loterías (30%) y AENA (49%). El Gobierno con todas las medidas espera recaudar 14.000 millones de euros. Yo no sé si con estas nuevas reformas el ejecutivo ZP acabará con la galopante lacra que el país padece con más de cuatro millones de desempleados. Pero tenemos que ser conscientes que en estos nuevos tiempos si el país no se adapta a ellos, la ruina está cantada. El presidente tiene mucha culpa de ello, porque ha dejado pasar mucho tiempo para atajar la crisis, ha estado más al lado de los sectores inmovilistas –izquierdistas y sindicatos subvencionados-, que solo han conseguido agravar el déficit público. Y señores ahora no hay dinero y el gobierno se lo tiene que pedir a los mercados y éstos ponen sus reglas porque de lo contrario le dirán que vaya -me refiero al gobierno- al “Vaticano” para que le conceda préstamos. ¿El Papa? Sin comentarios. Los vaivenes de ZP, en estos últimos años, han producido demasiada incertidumbre y, por eso, a ZP no le queda otro remedio que ser rehén de los mercados y del Banco Central Europeo. Esta es la cruda realidad y me alegro que el presidente español haya “vuelto” a su país, alejándose de los “socialismos proteccionistas” y de sus actuaciones electoralistas y propagandistas. Porque si bien sus medidas puede significar un revulsivo para la inversión y creación de puestos de trabajo, sin lugar a dudas, las principales directrices van encaminadas a resarcirse de su política del “despilfarro” con dinero público e intentar reforzar la cuentas estatales. Ordeñó tanto a la “cabra” hasta tal punto que ahora no hay “leche” para tantos cabritos”. De las nueve iniciativas presentadas, me hace gracia la que se propone la “creación de empresas pequeñas” en 24 horas y con un coste inferior a cien euros. ¿Existe algún osado que tenga intenciones de crear hoy una empresa? ¿Perogrullada de ZP? Lo de suprimir las obligatorias y por ley cuotas camerales me parece un acierto así como reducir al 25% del impuesto de sociedades –antes era el 35% sobre los beneficios de los ejercicios económicos anuales-.
La metamorfosis de ZP bien es sabido que viene impuesta no solo porque España iba proa al marico sino porque su propio partido ya ha recibido su primera “estocada” grave en Cataluña, donde los electores, sobre todo las clases medias, han votado, inteligentemente, a Convergencia i Unió –perfil nacionalista moderado y centro derecha- y al PP que se ha convertido en la tercera fuerza política en Cataluña y puede ser decisivo en el gobierno de Artur Mas.
Es posible que ahora ZP vaya por buen sendero, pero para terminar, solo quiero que no se congele las pensiones, todo lo contrario, se merecen –digo los abuelos y mayores – mejores atenciones y partidas económicas. Igualmente quiero que se invierta más en investigación, en la educación y formación de los jóvenes. Aquí si puede ZP utilizar el “socialismo” proteccionista. Este escribidor de columnas de periódico aplaudiría y sería cómplice de su hasta ahora “trasnochado” idealismo socialista.
Estoy seguro que los empresarios y los propios trabajadores sacarán al Reino de España hacia adelante, lo digo porque sus sacrificios y la “imaginación” darán sus frutos muchos antes de lo esperado. Naturalmente, el gobierno debe de intervenir menos en el libre mercado – el mismo debe saber autorregularse- y preocuparse más de otros menesteres que le confiere la Constitución.