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Reflexiones de un viticultor de La Geria y agricultor

Por Lorenzo Viñoly Camacho, viticultor ecológico

 

Observaciones dirigidas a:

Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Aguas del Gobierno de Canarias, Excelentísimo Cabildo de Lanzarote y a la demás instituciones con competencias sobre el tema a tratar, en referencia a la realización del nuevo Plan Especial de la Geria, como el nuevo Plan Insular de Lanzarote: paisaje y sector primario sostenible.


Expone:

 

Que debido al estado de toda la agricultura de la isla, por su paisaje, por su forma de cultivo tradicional exclusivo en el mundo, teniendo en cuenta que los agricultores profesionales en Lanzarote, ya quedamos pocos a tiempo total, debido al poco apoyo institucional, por falta de una ordenanza y normativas actualizadas en el espacio protegido de La Geria, como en el paisaje agrícola de Lanzarote, deseo hacerles partícipes de mi realidad como agricultor.

 

Las siguientes observaciones están realizadas por mí, Lorenzo Viñoly  Camacho, viticultor de La Geria y agricultor de fincas agrícolas, dedicado toda la vida, por familia, al campo de Lanzarote.

 

 

Es por lo que en estos momentos deberíamos mirar más por nuestra cultura vitivinícola de La Geria y agrícola de Lanzarote (enarenados), lo cual embellece tanto nuestro paisaje, ya que la agricultura ordenada y desarrollada daría para el autoabastecimiento y exportación, si fuera necesario;  para ello debemos coordinar todo la producción, centralizándola por zonas y cultivos, con las Bodegas en la zona vitivinícola, como en la actualidad están y son tan visitadas y valoradas por sus grandes vinos, pero todas a medio hacer por esperar una normativa, que no llega, desde hace 30 años. Los cultivos hortofrutícolas abastecerían a los mercado agrícolas locales de los diferentes municipios, a las fruterías de la isla, restaurantes, hoteles, porque los productos de nuestros campo son muy valorados por su alta calidad y reconocidos en otros muchos lugares. Para facilitar que los nuevos agricultores tengan facilidades para ejercer su actividad sin tanta burocracia, pero siempre respetando nuestro entorno paisajístico. Tenemos el relevo generacional por hacer y no existe nada en cuanto a normativas, planificación, formación y ayudas al sector. Nada que ver con el relevo generacional que tuvimos en los años 70 del siglo pasado en adelante, como por ejemplo las ayudas para las obras de modernización y desarrollo agrario (IRYDA), que tanta economía agrícola, embellecimiento y paisaje creó.

 

Por todo ello, cada vez que se prohíbe el desarrollo por falta de su normativa, algo ya estudiado y concebido por la población, vamos en retroceso con respecto a las demás economías, por lo cual la competencia se hace imposible. Cada vez se abandona más La Geria, así como los campos agrícolas de Lanzarote (enarenados). Da realmente pena ver como está y como la conocimos. Sabiendo las posibilidades de desarrollo de las zonas, es inconcebible que no exista una normativa regulada hasta el día de hoy, ante la destrucción eminente de todo el trabajo de todos nuestros antepasados.

 

La naturaleza con sus volcanes sepultó La Geria, una importante vega agrícola, pero ese mismo fenómeno natural fue el que dio la vida a la isla y permitió su desarrollo. Aún escaseando el agua, el hombre trabajó con sus manos dando forma al paisaje vitivinícola de La Geria y, a su vez, al agrícola de toda la isla, con sus enarenados. La ceniza que expulsaron dichos volcanes se convirtió en arena agrícola, la cual provee casi el 80% del agua de Lanzarote al retener la humedad ambiental, razón por la que los campesinos la utilizaron para guardar dicha humedad y las pocas lluvias que recibe la isla.

 

Es por lo que desde mi manera de ver este gran desastre, ya palpable de forma evidente en toda la zona del paisaje vitivinícola tradicional de La Geria, así como el de todas la vegas agrícolas de Lanzarote con sus enarenados artificiales, que se realizaron en su día haciendo los hoyos de La Geria y utilizando esta arena sobrante transportándola, apenas sin medios en la época, para realizar esos enarenados para un cultivo único en el mundo que tiene nuestra isla. Siendo ello un patrimonio cultural turístico modelo en el mundo para conservarlo y preservarlo del deterioro, degradación y abandono, creando un impacto visual deplorable en el cual se ha convertido todo nuestro patrimonio agrícola y paisajístico, casi ya en un 80% del conjunto de toda la isla, ocasionado a su vez por la falta de normativa específica y planificación, en conjunto con la actual normativa prohibitiva y desfasada, como es el Plan Insular de Lanzarote, el único de las siete islas que no lo tiene adaptado a las nuevas leyes urbanísticas, creando por todo ello un gran prejuicio al desarrollo primario, vitivinícola, agrícola y paisajístico siendo esto una obligación constitucional del Gobierno de Canarias y del Cabildo de Lanzarote.

 

Me veo en  la  obligación de presentar esta reflexión sobre el sector primario, amparo del paisaje vitivinícola  de La Geria y agrícola de los enarenados de toda la isla, para poder conservarlos limpios y en producción, teniendo como principales beneficiarios la isla propiamente dicha y su población tanto residente como turística.

 

Otra reflexión real es que nuestros bisabuelos, abuelos o padres realizaron todo este inmenso y único paisaje con sus propias manos y sus animales: camellos y burros, motivo por el cual muchos hoyos en La Geria, y en las fincas agrícolas, se hicieron de forma deficiente en cuanto a su productividad y rentabilidad. Carentes de medios mecánicos en la época no pudieron hacer lo que, en la actualidad, podemos para rehacer y conservar el patrimonio vitivinícola y agrícola, porque el resultado final es el mismo en cuanto a estética paisajística, pero mejorada, aumentando su sostenibilidad y rentabilidad. El que se utilicen los medios mecánicos es porque el progreso avanza juntamente con el desarrollo del sector primario de todas las zonas de Reserva de la Biosfera de Europa, porque, en definitiva, digamos que la mecanización y la mano del hombre son las que permiten conservar el paisaje agrario de las tierras.

 

Y dirigiéndome en especial al Cabildo de Lanzarote y los grupos políticos que conforman su corporación, pero en particular a su oposición de gobierno por su falta de sensibilidad a la hora de llegar a acuerdos para dar salida y aprobación a los planeamientos urbanísticos de nuestra isla, con su actitud le están haciendo un daño incalculable a la economía de la isla, así como a su embellecimiento y paisaje.


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