OPINIÓN. Tres décadas de impulsos y vértigos
DESDE MI ISLA ATLANTICA. Por Antonio Coll
Tras tres décadas de impulsos y vértigos, pocos, ni yo mismo, podíamos imaginar que un periódico semanal, editado en una isla periférica, menor, marginada, alejada de los centros de decisiones de Canarias, Las Palmas y Santa Cruz de Tenerife y de la propia metrópolis, llegara a cumplir treinta años, convirtiéndose en el más duradero de la prensa semanal del archipiélago y en el heredero de la mejor esencia del periodismo local.
El logro está ahí y ya es algo inmutable. Lo que pueda suceder a partir de ahora, yo no lo sé. Todos ustedes saben que la prensa de papel pasa por momentos muy críticos, debido a la aparición de nuevos medios electrónicos y, naturalmente, la recesión económica que se inició hace, mas o menos cuatro años, ha castigado sensiblemente a las empresas editoras que están sufriendo una grave disminución de sus ingresos publicitarios, su principal fuente económica para sobrevivir.
Ahora nos encontramos en tiempos confusos, convulsos, provocados por los que dibujan las macroeconomías, precisamente, para confundir al personal y aprovecharse del rio revuelto. Mercaderes, especuladores y grupúsculos oscuros son los que dominan el futuro de todos y hacen sufrir a los pueblos, su trayectoria y bienestar. Pero no quiero hablar de incertidumbres ni pesimismo. Matías Alonso, estoy seguro, que nos hará olvidar las pesadillas de los últimos años.
Esta noche, es una noche especial y, por eso, haremos un paréntesis, para olvidarnos de tragedias y conflictos. Es una noche para soñar. Es una noche para pensar que todas las ilusiones y esperanzas volverán a los hogares lanzaroteños y canarios. Es una noche para sumar y no restar.
Yo quiero esta noche sumar los años de permanencia del semanario Lancelot, en la sociedad conejera y canaria. La permanencia, principalmente, en una Isla llamada Lanzarote que, en un periodo histórico muy breve, solo treinta años, ha mudado de piel y la sociedad insular ha cambiado de rostro. Los cambios han sido radicales, pero es cierto que la isla, en los últimos años inició un periodo de grandes tensiones, sobre todo en lo que se refiere al urbanismo y obras turísticas. Todas estas adversidades han parido un panorama turbulento, donde los tribunales de Justicia, desgraciadamente, han sido los protagonistas de primera plana, en lo político y en lo empresarial. Las hemerotecas así lo reflejan.
Todo ello ha deslumbrado a la sociedad y ha provocado parálisis y ha impedido el progreso merecido de una isla, que en su día fue declarada Reserva de la Biosfera. Si es cierto que determinados “genios maléficos” nos han perseguidos en estos, más o menos 15 años, y no hay forma de desterrarlos.
El semanario Lancelot es la memoria cotidiana de cuanto sucede. Después de treinta años, sus páginas solo han intentado reflejar la justa realidad lanzaroteña y canaria. Solo ha aspirado a ser un notario independiente del periodismo insular. Después de estas tres décadas de revolución constante, solo quiero y pido que retorne a la isla un poco más de sosiego, que la isla recupere su esencia de antaño. Y en cuanto a Lancelot y para los tiempos venideros que pueda combinar la prensa de papel con los avances tecnológicos digitales. Pienso que ambos son compatibles, porque hay mercado para todos los perfiles de lectores para hacerla realidad.
No obstante, la empresa editora que presido se ha adelantado al futuro y desde hace más de un año implantó un diario digital multimedia que, a pesar del poco tiempo, se ha introducido de forma espectacular y las estadísticas de audiencia hablan por si solo, con más de cincuenta mil lectores mensuales.
La publicación especial conmemorativa que en breve plazo se distribuirá, es el resumen escrito y, sobre todo, muy visual, de la pequeña historia de un periódico que, un primer de Agosto de 1981, buscó un hueco en la prensa escrita de las islas. Nacimos en el siglo XX y seguimos en el siglo XXI. Aquí nos quedamos. Al menos yo.
Antes de terminar quiero dar las gracias en nombre del grupo Lancelot a todos los que han colaborado, de forma incondicional, para celebrar este acto.
Fragmento del discurso ofrecido por el presidente-editor del Grupo Lancelot, Antonio Coll, el 25 de noviembre de 2011, en el Hotel Beatriz de Costa Teguise, en la cena gala conmemorativa del 30º aniversario del semanario Lancelot
PD.: Desearía agradecer a una multitud de personas su apoyo y felicitaciones. También a todos aquellos lectores y anunciantes que, por razones obvias, no se pudo invitar y que estoy seguro hubiesen deseado arroparnos en el evento. Mis recuerdos y mi gratitud. Quiero también destacar, por primera vez en treinta años, la asistencia de un presidente del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero, a un aniversario de Lancelot. Igualmente a los invitados que se trasladaron de otras islas o de España, como José Manuel Soria; Román Rodríguez; a los directores de Radiotelevisión Canaria, Guillermo García y TVE, Juan Luis Callau; al periodista-escritor Francisco Pomares; al abogado José Ignacio Sánchez; al arquitecto, Tomás Quintana, entre otros. Mi gratitud también al artista Matías Alonso y al periodista, Miguel Ángel Daswani. Al artista Juan Gopar. A Orlando Sigut, por su magnifica dirección y producción técnica de la gala. Al director del Hotel Beatriz, Manuel Concepción y todo su equipo. Gracias a todos y un sincero abrazo.