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Un buen gobierno

Juan Miguel Aguiar, candidato de Vox al Cabildo 

 


Un buen gobierno debe tener como prioridad la mejora permanente, y constante, de las condiciones de vida de los ciudadanos.


El votante debería preguntarse si el Cabildo ha sabido aprovechar en estos últimos diez años, las posibilidades que tenía, de mejorar la vida de las personas.
Un buen gobierno hubiera actuado para que nuestros hijos no estudien en “barracones”. La creación de necesarias guarderías, y centros de día y noche para nuestros mayores, debieran haber sido prioridades.


El gobernante, a través del poder, puede hacer mucho bien a la comunidad, o puede retenerlo y apropiarse de lo que es de titularidad popular. Un buen gobierno, se dejaría la piel, para que tuviéramos en la isla un “bunker oncológico” así nuestros enfermos dejarían de sufrir incómodos desplazamientos.


Un buen gobierno se preocuparía por ampliar los “centros de salud”, dotarlos del material necesario, aumentando su autonomía, aliviando la presión del Hospital General.


Si nuestro Cabildo pensara en el bien común no tendríamos el pésimo servicio de guaguas del que disponemos. Ya tendríamos abierto un gran “auditorio” y disfrutaríamos de varias “zonas de acampada.


Si hubieran hecho bien su trabajo, los habitantes de Lanzarote tendrían soluciones a la “escasez de vivienda”.


Un buen gobierno no puede recluirse en una verborrea retórica. Le falta “respeto a la realidad”. De haber trabajado por y para Lanzarote, habrían buscado y conseguido el consenso necesario para sacar adelante el “PIOL”.


En el Cabildo y sus empresas públicas se lleva a cabo un uso indiscriminado de “asesores personales”. Ese “personal eventual” no está por méritos, si no por la confianza política o personal que deposita en ellos un cargo público.


En VOX queremos eliminar esta costosa figura y que la institución deje de ser una “agencia de recolocación”.


La presidencia nos tiene acostumbrados a la “polémica” y un buen gobernante debe saber, y practicar, que ante las disyuntivas y dilemas que ha de resolver hay diversas posibilidades. No hay soluciones únicas, siempre hay diferentes maneras de enfocar los problemas públicos.


En VOX nos comprometemos a poner el Cabildo a funcionar y rescatarlo de la parálisis en la que se encuentra, por culpa del actual gobierno.


El poder no es un atributo personal. Se le entrega al gobernante. Es un medio, no un fin.


Tras una década de abandono, VOX llega dispuesto a recuperar ese tiempo perdido, y que los ciudadanos puedan sentir que en el Cabildo sí es posible un “buen gobierno”.

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