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Un cartel y un "loco" que abrió una tienda en plena pandemia

 

 

"La campaña de marketing low cost" de este empresario ha convertido la apertura de un negocio en un reclamo para los medios nacionales más relevantes 

 

  • Guillermo Uruñuela
  • Cedida
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    Así, con este cartel que ven en la parte superior del escrito, una pequeña tienda de vinos de La Rioja ha conseguido situarse en el epicentro del foco mediático nacional. Todos se han interesado por la historia que hay detrás del mismo. Desde Julia Otero hasta Susana Griso pasando obviamente por los periodistas regionales y locales han querido hablar con el dueño.

     

    Las redes sociales cumplieron con su cometido y fueron capaces de dar visibilidad a una acción tan inocente y rudimentaria que por momentos se ha convertido en una genialidad creativa y en un ejercicio de humanización. Ese sentimiento terrenal que a su vez hemos perdido por completo, entre otras cosas, por las nuevas tecnologías. Curiosa dicotomía.

     

    Ignacio y sus acompañantes en esta travesía -Esperanza, Conchi, Luis, Arturo y Javier- van a abrir un pequeño establecimiento de venta de vinos en Logroño. El primero de ellos, lleva toda su vida dedicándose al sector vitivinícola y ha pasado, en las últimas décadas, por diferentes etapas aunque su fuerte siempre ha sido la comercialización; la venta. Lucía, su hija, fue la ingeniosa autora de esa pancarta que ha llegado a todos los rincones de nuestra geografía. 

     

    En plena pandemia, sin ser un aventajado en el plano económico, este asturiano ha tenido arrestos para meterse por primera vez en un negocio de estas características. Y cuando comencé a ver el alcance de la noticia pensé; ¿por qué?

     

    Enseguida caí. La gente necesita dejar el Covid a un lado porque satura hablar todo el día de lo mismo. Este negocio representa las ganas que tiene el español de avanzar a pesar de las trabas que se ha encontrado por parte de un Gobierno que, en una situación extremadamente compleja, ha errado más que acertado. El cartel ilusiona desde su sencillez porque queremos ver de nuevo a Pepe con su negocio abierto debajo de casa. Estamos necesitados de buenas noticias. Por ese motivo esa cartulina escrita con un rotulador del chino se ha colado en cada uno de nuestros hogares, porque todos deseamos sentir mañana, al despertarnos, esa sensación. "Sí, aunque no lo creáis, vamos a salir adelante".

     

     

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