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Una figura insustituible en el mundo del fútbol

Por Guillermo Uruñuela, redactor de www.radiomarcalanzarote.com

 

 

El balompié y todo lo que le rodea ha evolucionado de manos de una sociedad que tiende cada vez más a la desnaturalización absoluta. Con la inyección económica de los últimos lustros, se han quedado en el camino aspectos románticos del fútbol, absorbidos por un panorama cada vez más frío, distante y opaco. Incluso hablando del deporte a nivel profesional, quizá no hace mucho las reglas eran diferentes; más puras y menos "mediáticas". Existía en parte un cierto glamour primario, menos extravagante y más cercano.

 

Además, con la llegada de los contratos televisivos, las grandes giras internacionales y la reconversión de los clubes en multinacionales en busca de beneficios, el fútbol más modesto ha quedado defenestrado. Es complicado saber con exactitud hacia dónde conduce esta ruta, sin embargo no es difícil observar que a día de hoy el negocio del fútbol, en todo caso, sonríe a cuatro agraciados dejando al resto de amantes del balón en una precariedad difícil de sobrellevar.

Precisamente en esta esfera modesta del deporte Rey en nuestro país, se encuentran personas que se mantienen erguidos ante el poder establecido. No cuentan con grandes comodidades y desarrollan una labor inversamente reconocida al valor que tiene.

 

En todos los clubes, que se mantienen en esto por muchos motivos -menos por el económico- existen unos tipos peculiares. Unas personas entregadas a unos colores, a una institución, a un nombre. No entienden de contratos, ni buscan la mejora personal. Ellos estuvieron, están y continuarán como alma viviente del club. En todos los equipos en los que he militado me he topado con ellos. Lorenzo en Parla. Navalcarnero no se entendería sin Jorge. En Villaviciosa, me encontré con Mari Carmen. También estaba 'Charly' tirando del carro en Carabanchel. Mi amigo Mauro que sigue viviendo por y para el Puerto del Carmen. Recientemente he conocido a "El monaguillo", que hace de Yaiza en este caso, un lugar mejor.

 

Todos y cada uno de ellos tienen algo particular, encomiable y digno de elogio. No se podría entender el fútbol sin ellos -o por lo menos éste-. Personas desinteresadas, necesarias e insustituibles . Trabajan en la sombra... pero deberíanbrillar por encima de todos.

 

 

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