Domingo, 14 Diciembre 2025
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aire acondicionado

 

El aire acondicionado es casi un salvavidas cuando hace calor, pero muchas veces lo usamos sin pensar. Bajamos la temperatura demasiado, nos olvidamos de los filtros o dejamos pasar ruidos que antes no estaban. Son errores que parecen pequeños, pero a la larga afectan al equipo y al bolsillo. No hace falta ser un técnico ni gastar una fortuna para mantenerlo en buen estado. Con un poco de cuidado diario y revisiones puntuales, tu aire acondicionado puede durar más, rendir mejor y darte el fresquito justo cuando lo necesitas.

1. Ajustar la temperatura demasiado baja pensando que enfriará más rápido

Mucha gente piensa que poner el aire al máximo enfría la habitación más rápido, pero en realidad no funciona así. El equipo sigue su ritmo y forzarlo solo hace que se desgaste antes. Lo mejor es mantener una temperatura media, que enfríe bien sin exigirle demasiado. Además, así evitas ver cómo la factura sube sin motivo y tu aire acondicionado trabaja más tranquilo.

2. No limpiar los filtros con la frecuencia que realmente necesitan

Los filtros sucios reducen el flujo de aire y obligan al equipo a trabajar más, consumiendo más electricidad y perdiendo eficacia. Limpiarlos regularmente mejora el rendimiento, evita olores y protege tu salud al mantener el aire más limpio. Incluso un filtro que parece “solo un poco sucio” puede hacer una gran diferencia si lo revisas con regularidad y lo limpias o reemplazas según las recomendaciones del fabricante.

3. Ignorar los ruidos extraños o los cambios en el rendimiento

Con el uso continuado, algunos aparatos empiezan a comportarse de manera distinta: tardan más en enfriar, hacen un zumbido que antes no estaba o expulsan aire con menos fuerza. Muchos usuarios lo dejan pasar porque el equipo “aún funciona”, pero estos síntomas suelen indicar que algún componente interno ha perdido ajuste. 

En modelos muy extendidos, como los de Mitsubishi, lo habitual es pedir una revisión puntual a un servicio técnico Mitsubishi que pueda comprobar la electrónica y la presión antes de que el fallo sea mayor. Detectar el problema a tiempo evita averías graves y costosas.

4. Usar el aparato sin revisar el nivel de gas o la presión del sistema

Un nivel de gas incorrecto o una presión desajustada afecta directamente al rendimiento del aire acondicionado. Si el equipo no tiene suficiente gas, no enfría correctamente y el compresor se fuerza demasiado, lo que puede generar fallos graves. Revisar la presión y el gas periódicamente con un técnico evita sobrecargas, mejora la eficiencia y mantiene el consumo bajo control. Nunca intentes rellenar el gas por tu cuenta; siempre debe hacerlo un profesional certificado.

5. Encender y apagar el aire acondicionado constantemente durante el día

Encender y apagar el aire varias veces al día parece lógico para ahorrar, pero en realidad es contraproducente. Cada arranque exige más al compresor y genera un consumo eléctrico extra. Lo mejor es mantener la unidad encendida a una temperatura estable o usar el modo “eco” si tu aparato lo acepta. Esto asegura un enfriamiento más uniforme, menos desgaste del equipo y facturas más bajas.

Consejos adicionales para cuidar tu aire acondicionado

Para que tu aire acondicionado dure más y funcione sin problemas, conviene no olvidarse de pequeñas cosas. Haz una limpieza de filtros de vez en cuando y programa revisiones técnicas, al menos una vez al año. Ajusta la temperatura a un nivel cómodo y evita ponerla demasiado alta o baja. Mantén las puertas y ventanas cerradas mientras el equipo está encendido y no pongas muebles u objetos bloqueando la salida del aire. Y sobre todo, si escuchas algún ruido raro o notas que el rendimiento cambia, actúa de inmediato antes de que el problema empeore.

 

 


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