Tras dejar entrever la posibilidad de crear una red social de código abierto, convertirse en el mayor accionista de Twitter y rechazar un puesto en el consejo directivo de la empresa, Musk es oficialmente el propietario de Twitter. La empresa aceptó su oferta de US$ 44.000 millones, pero las reacciones no se han hecho esperar. Tras anunciarse la privatización de Twitter y su posible salida de la Bolsa, las acciones de la compañía e incluso las de Tesla, de la cual Musk es el Director Ejecutivo, se han visto afectadas.

El impacto de la compra de Twitter

La trayectoria de Elon Musk con Twitter es cuando menos polémica, principalmente por tuitear sobre asuntos de Tesla que le costaron US$ 14.000 millones del precio de sus acciones, recibir una demanda (la cual ganó) y haber compartido contenido controvertido.

Son muchas las dudas con respecto a las medidas que el CEO de Tesla va a implementar en esta “nueva era” de Twitter. Ha afirmado que la red social será “mejor que nunca” en cuanto a libertad de expresión se refiere, señala que atacará los spambots y reitera que no tiene interés en que la plataforma sea rentable. Sin embargo, se esperan cambios notables que podrían transformar totalmente a la que durante 16 años se ha mantenido como una marca sólida.

Para empezar, la incertidumbre sobre las decisiones del CEO de Tesla ha tenido impacto en la empresa de vehículos autosustentables. Esto causa que el valor de sus participaciones caiga a medida que los inversores asumen que la empresa financiará la compra de Twitter, lo cual no está demasiado lejos de la realidad: Musk ya vendió más de 4.100 millones de euros en acciones. 

La desconfianza de los inversores de la compañía de vehículos autosustentable es creciente y provocó la venta masiva de acciones. Si a pesar de este panorama le interesa adquirir participaciones en la empresa, puede encontrar en este comparador de brókers la herramienta ideal para comprarlas. Tome en cuenta que Tesla Motors inició mayo en rojo, con un valor de 872.000 dólares por acción, y sigue descendiendo, de acuerdo a la información proporcionada por Interactivebrokers.eu.

Se prevé un éxodo de empleados de Twitter, en parte debido a que la forma en la que la empresa ha trabajado hasta ahora no parece ser compatible con la metodología de Musk, al punto de que el código fuente de la red social fue bloqueado para evitar posibles sabotajes internos. Entre tanto, la permanencia del actual CEO de la plataforma, Parag Agrawal, no está asegurada. 

Lo que podemos aprender de Musk

Siendo una de las mentes más innovadoras en el ámbito empresarial, podemos aprender un par de lecciones del que también es dueño del fabricante aeroespacial SpaceX y la compañía de nano-biotecnología Neuralink.

Necesitamos una estrategia bien elaborada al adquirir una empresa. Debemos proceder con precaución, establecer los propósitos de la compra y las vías de innovación para el futuro negocio.

Hay que dar prioridad a la seguridad de los inversores, tomando en cuenta que cualquier decisión que tomemos afectará la confianza que estos tengan en el logro de sus objetivos.

Los patrocinadores de Musk

Tesla no es la única que ha invertido en la adquisición de Twitter por parte de Musk. Un total de 19 inversores respaldan la compra, aportando US$ 7.140 millones de dólares para esta transacción.

Larry Ellison, uno de los hombres más ricos del mundo y miembro del consejo de administración de Tesla, ha comprometido US$ 1.000 millones para ayudar a financiar esta compra.

Por su parte, el príncipe y empresario Saudí Al Walid bin Talal es uno de los principales accionistas de Twitter Inc. y tras haber rechazado la oferta inicial de Elon Musk pasó a ser uno de sus principales partidarios, comprometiéndose a aportar US$ 1.780 millones en valores para la operación.

El fondo Sequoia Capital e VyCapital también forman parte del listado de inversores, aportando US$ 800 millones y 700 millones respectivamente.

Mientras el empresario mantiene discusiones para establecer nuevos compromisos multimillonarios que le permitan financiar esta transacción, 26 organizaciones de publicistas, activistas y periodistas se han dirigido a los mayores anunciantes de la empresa exigiendo que retiren su inversión publicitaria si Musk no conserva los estándares de seguridad mínimos a Twitter.