Viernes, 05 Diciembre 2025
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Las más que conocidas cualidades de esta disciplina deberían ser suficientes para su inclusión

 

  • Lancelot Digital


El pasado 2024, la actividad ajedrecística en Lanzarote fue de lo más interesante. Entre otros eventos, se celebraron el IV Festival Internacional de Ajedrez o el Open de Ajedrez Lanzarote. No le falta reconocimiento a esta disciplina, que tiene millones de seguidores y practicantes en todo el mundo.


La actualidad ha abierto, de nuevo, el debate sobre si debería o no ser aceptado como deporte olímpico, especialmente, tras la inclusión reciente de otros deportes que, para una parte de los seguidores de estos eventos, poco tienen que ver con el imaginario clásico. Y, por supuesto, ahora que se está planteando con notable impulso la posibilidad de que los eSports pasen a ser una disciplina oficial olímpica. Pero, pese a todo ello, el ajedrez sigue apartado de este reconocimiento y las opciones, a día de hoy, parecen muy remotas.


El motivo habitual esgrimido es que, en la definición tradicional del deporte, se alude al esfuerzo físico, además de la habilidad o la competencia. Pese a ello, el propio COI lo incluyó como deporte, pero no ha mostrado tanto interés en que forme parte de las categorías que participan en las Olimpiadas. Entonces, ¿es justo que se plantee la participación de los eSports y no la del ajedrez?


Tal vez, en este dilema, intervengan otros factores. El más relevante tiene que ver con las audiencias de estos eventos internacionales. El COI sabe bien que los deportes electrónicos tienen un seguimiento masivo en la actualidad. Se trata de un enorme grupo de espectadores que no quiere dejar escapar, especialmente cuando su audiencia está en horas bajas, con todo lo que ello implica de cara a la publicidad y los ingresos.


Pero basta con hacer mención de algunas de las innegables cualidades del ajedrez para entender que, incluirlo en una organización con tanta proyección, sería un gran paso para que más personas lo practicaran y pudieran beneficiarse de sus efectos. El ajedrez mejora la capacidad de concentración, la planificación y el análisis o la gestión del estrés, entre otras funciones de nuestro cerebro.



Por otra parte, propicia las relaciones sociales, mejora el estado de ánimo y algunos estudios afirman que podría ser un protector ante la demencia. Desde luego, estas bondades lo convierten en una actividad más que recomendable para prácticamente toda la población, y su promoción debería ser constante y llevada a cabo desde infinidad de estamentos. Por supuesto, formar parte de las disciplinas olímpicas sería un importante impulso.


El ajedrez forma parte de un conjunto de disciplinas llamadas Deportes Mentales. Este grupo de actividades tienen en común el hecho de que es la parte intelectual la que predomina en la competición frente a la física, al contrario de lo que ocurre con los deportes tradicionales. Están en esta categoría, además de nuestro protagonista, las damas, el Bridge, el Mahjong o el Póker. Sí, este juego de cartas también es un deporte mental: crear en póker combinaciones ganadoras, aprender las reglas, calcular las posibilidades y demás habilidades requieren del uso de la materia gris.


Por lo pronto, este arte del tablero y las fichas parece que deberá seguir con sus torneos internacionales (algunos de ellos se conocen como “olimpiadas de ajedrez”), pero sin este reconocimiento y la inclusión en las competiciones del COI. ¿Es necesario reivindicar un cambio en el criterio actual? Probablemente, el debate se avivará si, finalmente, los eSports pasan a ser competición oficial.


Es posible que entonces, tanto desde las diferentes federaciones y asociaciones como por parte de los aficionados con mayor proyección pública, hagan una encendida defensa de su inclusión. Pero la última palabra la tiene el COI, que no parece considerar prioritario este asunto en este momento. Por lo pronto, a los amantes de este deporte, nos toca esperar y seguir difundiendo las enormes bondades que tiene su práctica para todos y todas. Tal vez así, en un futuro no muy lejano, veamos a los campeones de ajedrez en los podios, con las preciadas medallas.


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