Alimentación orgánica: vuelta a la cocina tradicional

Cada vez se valoran más los productos naturales. Productos libres de impurezas que cuentan con un sabor más potente y, además, contribuyen a una buena salud. Si nos fijamos en las gastronomías más valoradas del mundo, podremos darnos cuenta de que se valoran mucho más aquellas que cuentan con platos tradicionales con un sinfín de productos de la tierra y el mar. Alimentos poco procesados que son capaces de crear recetas deliciosas. De esta forma, es normal que junto con la tendencia a buscar una alimentación orgánica, aparezcan nuevamente recetas tradicionales que creíamos olvidadas.

Qué es la alimentación orgánica

Lo primero que deberíamos saber es qué es exactamente la alimentación orgánica. ¿Cualquier alimento puede ser orgánico? Lo cierto es que no. Si hasta el momento consumías alimentos muy procesados y has decidido limpiar un poco tu menú diario, te adelantamos que vas a tener que retirar muchos de los productos que incluías en tu lista de la compra. Otra cosa es que seas de los que sienten la pasión por el queso, en ese caso sí podrías encontrar productos que se ajustaran a una alimentación orgánica, escogiendo quesos ecológicos.

Resumiendo mucho, podríamos decir que los alimentos orgánicos son aquellos que están completamente libres de sustancias químicas. No encontraremos pesticidas, herbicidas o fungicidas en el caso de las verduras, frutas y hortalizas. Además, en el caso de las carnes y los productos derivados de los animales, esta alimentación se decanta por los productos ecológicos.

Una dieta más orgánica

Comentábamos que hay muchas gastronomías en el mundo que son famosas por tener recetas deliciosas y saludables. De todas ellas, la gastronomía japonesa es, sin lugar a dudas, una de las más recomendables.

En la dieta japonesa vamos a encontrar platos bajos en grasas que se basan en pescados, verduras y arroz. Son platos que apenas aumentan el colesterol y que, además, pueden favorecer la pérdida de peso.

Los japoneses comen muy poca carne si lo comparamos con nuestra dieta. Eso nos asegura alejar carnes hormonadas y poco orgánicas a nuestro día a día.

Vigilar el agua que tomamos

Otro de los problemas con los que nos podemos encontrar aunque cambiemos por completo nuestra lista de la compra es el agua. El agua de las ciudades suele poseer un alto porcentaje de contaminantes. Podemos encontrar desde metales pesados, sedimentos contaminados o incluso productos derivados del petróleo, pesticidas etc.

Aunque tenemos la solución de beber agua embotellada, parece que optar por botellas de plástico tampoco es una opción muy orgánica. Así pues, un sistema de filtrado, como por ejemplo la tecnología de Grohe Blue Pure, podría ser de gran ayuda.

Estos sistemas de filtrado recuperan de forma automática el sabor natural del agua convirtiendo el agua corriente en una opción saludable libre de todas esas sustancias que, además de perjudicarnos, puede alterar su sabor.

Obtenemos así un agua de excelente calidad que servirá para lavar nuestros alimentos orgánicos, cocinar y aplacar nuestra sed.

Esta tecnología funciona con filtros de gran capacidad que pueden filtrar hasta 3000 litros de agua y se reemplazan fácilmente. Además, se adaptan sin problema a los fregaderos de cocina.