Domingo, 14 Diciembre 2025
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  • Lancelot Digital

 

 

Los CFDs o Contrato por Diferencia son un tipo de inversión que viene ganando cada vez más popularidad en el mundo de las finanzas. Muchos desconfían de su efectividad. Por eso, hacemos un breve análisis sobre este tipo de trading.

 

 

¿De qué hablamos cuando hablamos de CFD?

 

Como su nombre lo indica, se trata de un contrato entre un broker y un operador en el que acuerdan el pago de la diferencia de precio de un activo entre el principio y el final del contrato, que suele ser por poco tiempo (por ejemplo, durante un solo día). En pocas palabras, no se invierte en un activo concretamente, sino en la especulación de la subida o la baja del mismo. Por lo tanto, quien compra unidades de CFD selecciona el mercado en el que desea operar, pero en vez de comprar o vender el activo en sí, abre un CFD en el que negocia la suba o la baja del precio. En ese contrato se especificarán los beneficios o las pérdidas de la compra o venta prevista.

 

Se pueden negociar CFD en varios mercados, como acciones, divisas, metales, energías criptomonedas o hasta materias primas, y su popularidad está creciendo rápidamente como una alternativa flexible al trading tradicional de acciones. Esta popularidad se debe, principalmente, porque quien opera no necesariamente tiene que tener una gran cantidad de dinero, ya que los CFD dan la posibilidad de operar con apalancamiento. De esta forma, el inversor pide dinero extra al bróker para poder abrir una posición con una exposición mucho a los mercados financieros mundiales.

 

Sin embargo, como toda inversión, no nos debemos olvidar de los riesgos que trae. En este caso, las operaciones con margen o apalancamiento pueden amplificar sus ganancias, pero también pueden aumentar sus pérdidas. En el caso de que las posiciones no corran bien, tendrá que devolver el dinero que le fue prestado -y no olvidemos que ese valor tiene también intereses, tasas o comisiones-

 

6 verdades sobre los CFD

 

El mercado de los CFD puede parecer un poco confuso, incluso se recomienda adquirir más informaciones sobre los diferentes tipos de trading para los inversores más novatos. Por eso, aquí dejamos algunas cuestiones -positivas y no tanto- que es bueno tener en cuenta en relación con los Contratos por Diferencia:

 

1. Flexibilidad: las operaciones con CFD abren la posibilidad de operar tanto en mercados alcistas como en baja. Podrás realizar predicciones en lo que se refiere a movimientos de precios que pueden fluctuar tanto en direcciones positivas como negativas.

 

2. Apalancamiento: ¿negociar con más dinero del que tienes en la cuenta? Suena lindo, ya que solo hay que poner un pequeño porcentaje del valor de una operación. Pero hay que ver los dos lados de la moneda, pues ese dinero que no tenemos tiene que ser devuelto.

 

Las operaciones con margen son una de las principales características de los CFD. Para los inversores más nuevos se recomienda no entrar en un alto apalancamiento y utilizar lotes más pequeños. Y como siempre, es vital evaluar el capital que está dispuesto a arriesgar.

 

3. Diversificación: los CFDs le permiten operar con múltiples clases de activos en múltiples mercados. Esto es ideal porque, en el caso que alguna negociación no corra bien, la pérdida será mínima. Por otro lado, dependiendo del bróker o plataforma en la que gestione sus CFD, podrá tener el control de su actividad especulativa desde una sola cuenta.

 

4. Tarifas que pueden ser altas: el diferencial de las operaciones con CFD puede variar según el mercado en el que esté operando y determina el valor de una operación. Lamentablemente, este diferencial no siempre tiene un costo fijo implicando un costo de tarifas con el que no contabas.

 

5. Con fecha abierta: dependiendo del tipo de contrato, el operador tendrá la posibilidad de no aclarar ninguna fecha de vencimiento, por lo que podrá cerrar su posición cuando él lo decida.

 

6. Legalidad: al contrario de lo que muchos piensan, operar con CFD no es una estafa. Como cualquier inversión, hay que conocer las aguas en las que se está navegando. En este tipo de operaciones, no hay que culpar a las circunstancias, todo depende de la estrategia que se adopte y de encontrar un bróker confiable.

 

Antes de entrar de lleno en un apalancamiento para operar con CFD, lo mejor es decidir una estrategia y evaluar el nivel de riesgo. También es muy recomendable el uso de herramientas online como simuladores o cuentas demo para aprender a proteger el capital. Este tipo de operaciones puede traer grandes beneficios si se hace con cautela, pero no hay que olvidar que son productos muy complejos.


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