¿Cómo detectar vicios ocultos en coche de segunda mano?
La compra de coches de segunda mano es a menudo una opción arriesgada, pues siempre queda la duda de si ese vehículo recién adquirido a precio de gana esconde algún desastre que no ha salido aún o es una bomba de relojería a punto de estallar en sentido figurado. Se trata de los llamados vicios ocultos, tan importantes en la compra de un vehículo de segunda mano.
Otra forma es comprobar el historial del coche, lo que puede hacerse obteniendo un informe de una empresa de confianza que preste este tipo de servicios. El informe contendrá información sobre los propietarios anteriores del coche, accidentes, reparaciones y otros detalles importantes.
Qué son los vicios ocultos en un coche
La expresión es bastante clara por sí misma: los vicios ocultos de un coche son defectos graves, que impiden su uso correcto o lo dificultan en gran medida, y que no se ven a primera vista. Puede ocurrir que el vendedor no los haya ocultado maliciosamente, sino que ni siquiera los conociera por usar poco el vehículo, pero estaban ahí de todas formas.
En cualquier caso, se trata de defectos tan importantes que habrían condicionado la compraventa lo suficiente como para no darse, o para negociar un precio muy distinto del acordado.
Un experto suele ser capaz de detectarlos sin demasiados problemas, pero desgraciadamente no todos somos mecánicos con experiencia, por lo que es muy habitual que estos pasen desapercibidos hasta que es demasiado tarde. Por eso es tan importante acudir a una diagnosis para coches profesional en cuanto se realiza la compra de un coche o incluso antes de la venta de este, evitando así futuras acusaciones inciertas.
Qué hacer ante un coche con vicios ocultos
Si ya has comprado un vehículo y los vicios ocultos se han revelado, puede que no sea tarde del todo. La ley proteger al comprador en muchos de estos durante un tiempo siempre que se sigan procedimientos adecuados.
En primer lugar, es necesario diferenciar si ha sido una compra entre particulares o a profesionales. Entre particulares, el comprador cuenta con 6 meses para demostrar, mediante un perito experto en vicios ocultos, que el coche cuenta con averías graves que pasaban desapercibidas. Si tras notificar lo ocurrido al vendedor mediante correo certificado no se llega a un acuerdo con este, será el momento de acudir a un abogado.
Si la compra ha sido a profesionales el comprador se ampara en las leyes de protección al consumidor y, de nuevo, una vez demostrados los vicios ocultos, se tendrá que llegar a una resolución, aunque en estos casos es más probable que la empresa se preste al acuerdo, especialmente si es grande.
Cómo detectar vicios ocultos
Detectar estos vicios requiere de conocimientos profundos en la materia, por lo que es algo fuera del alcance de personas no profesionales o con mucha trayectoria en el mundo de la mecánica de coches.
Sin embargo, hay algunos detalles que pueden ayudar a encontrar averías poco evidentes:
- Los bajos del coche son muy importantes: comprueba siempre que no hay manchas de aceite bajo este y que no muestran desperfectos importantes.
- Comprueba siempre la carrocería a la luz del sol. No solo por arañazos o abolladuras: tonos ligeramente distintos de pintura en algunos puntos suelen ser mala señal, especialmente si el vendedor no ha dicho nada al respecto previamente.
- Pregunta siempre cuándo se realizó el último cambio de aceite: el coche no debería consumir más de un litro por cada 1000 km. Si el aceite tiene un aspecto demasiado viscoso, probablemente el vendedor esté intentando disimular ruidos del motor.
- Presta atención al freno: si el pedal se hunde y vibra o hace ruido, significa que el disco está en malas condiciones.
- Busca fricciones o vibraciones en el embrague y el cambio de marchas.