Consejos para escoger el mejor lavavajillas profesional
Tener un buen mantenimiento de todo la vajilla y mantenerla impecable a medida de los usos es esencial
En el sector de la hostelería es tan importante el producto que se ofrece, tanto el servicio. Y una parte muy importante de este servicio es la limpieza en general, pero en particular en todo lo que es el menaje, vajillas, cristalerías y cuberterías que acompañan el servicio.
Tener un buen mantenimiento de todo la vajilla y mantenerla impecable a medida de los usos es esencial, labor que a veces puede ser dificultosa debido al ajetreo y la rapidez con la que debemos ofrecer los servicios y la acumulación de piezas sucias.
El primer paso para ello es comprar un lavavajillas para bar o establecimiento donde ofrezcamos comida y bebida que sea de calidad y asegure una buena limpieza, desinfección y cuidado de las piezas.
Funcionamiento del lavavajillas profesional vs doméstico.
Un lavavajillas de uso profesional respecto a los de uso doméstico, tiene bastantes diferencias, la primera es que suelen ser de acero inoxidable de alta calidad y que los ciclos de lavado son más cortos e intensos debido a la inmediatez que muchas veces necesita cualquier local dedicado a la hostelería, en la que la agilidad prima, ya que no podríamos esperar el tiempo del lavado doméstico en un local donde debemos sacar el mayor número de servicios posibles.
Los tamaños de las máquinas variarán y el mercado ofrece opciones para que podamos encontrar el que mejor se adapte al espacio que tengamos en la cocina o barra, y al ritmo de servicios.
Tipos de lavavajillas profesionales o industriales.
En el mercado existen tres tipos de lavavajillas para hostelería: de cesta, de cúpula y de arrastre, tal y como Serviteca, una empresa dedicada en exclusiva a maquinaria y equipamiento profesional para el uso en hostelería nos detalla. Entre la oferta de dicha empresa encontraremos una manera sencilla de saber cuál es el más idóneo para nuestro establecimiento, puesto que nos indica aproximadamente la cantidad de comidas servidas por hora, con el fin de facilitarnos la información para decidirnos por un lavavajillas u otro.
Los lavavajillas de cesta, son los más habituales, porque consumen menos agua y electricidad.
Estéticamente son los más parecidos a los lavavajillas domésticos, ya que caben debajo de un mostrador de altura estándar, y nos proporcionan un espacio de trabajo adicional encima de ellos.
Además, pueden tener brazos superiores e inferiores que giran durante el programa de lavado, rociando agua y detergentes a través de boquillas, y son los más apropiados en establecimientos que sirvan menos de 100 comidas por hora, se conectan al suministro de agua principal y requieren acceso al desagüe. La opción más económica.
Los lavavajillas de cúpula son equipos más profesionales, siendo los más adecuados para establecimientos que sirvan de 100 a 500 comidas por hora.
Solo tendremos que prestar atención colocándolo en un fácil acceso al suministro de agua principal y un drenaje sostenible, generalmente requieren instalación por parte de un electricista profesional.
Y por último, los lavavajillas de arrastres, que son los de mayor capacidad, potencia y eficiencia energética, ideales para establecimientos que sirven entre 500 y 2.000 comidas por hora.
Serviteca nos ofrece además un servicio extra, el de diseñarnos a medida el modelo de máquina que mejor se adapte a nuestras necesidades, así como cualquier otro tipo de mobiliario dedicado a la limpieza de la vajilla como los fregaderos industriales.
Limpieza y mantenimiento de los lavavajillas profesionales.
De la misma manera que es muy importante que adquiramos una buena máquina de lavado, es importante también llevar a cabo una correcta limpieza, puesto que si no lo hacemos, de poco sirve que invirtamos mucho en una buena máquina.
La cal es uno de los principales problemas en el agua en nuestro país, la cal suele dejar manchas de color blanquecino en la vajilla y esas manchas acaban dando muy mala imagen de cara a los clientes, puesto que puede parecer que la vajilla no esté limpia a pesar de estar recién lavada.
Para dicho problema, lo mejor es hacer revisiones y tratamientos periódicos ya que la cal también puede causarnos averías en la maquinaria, por lo que es muy importante también descalcificar de vez en cuando la máquina y utilizar un abrillantador de calidad.
Uno de los mejores remedios es utilizar de tanto en tanto un desincrustante de cal. Normalmente estos productos se diluyen en agua y se dejan actuar encendiendo el lavavajillas para que haga unos ciclos de lavado. Así lograremos eliminar las incrustaciones y evitaremos que se obstruyan las cañerías.
Debemos también prestar atención al jabón que usamos, procurando que sea bueno y efectivo pero que no estropee la cristalería, puesto que en el mercado existen jabones muy potentes que pueden llegar a quemar la vajilla y dejarla inutilizable.
Siguiendo estos pequeños consejos, alargaremos la vida de nuestra vajilla y ofreceremos una limpieza en el servicio impecable.
