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El fútbol español y el reto de sobrevivir sin casas de apuestas

El borrador del decreto planteado por el ministro Garzón supone un desvelo para todos los clubes, cuya situación económica ya es precaria por el coronavirus, y esto podría sentenciarlos

 

  • Lancelot Digital
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    Cuando se afronta un reto titánico y se pretende dar un giro absoluto a lo establecido, siempre hay daños colaterales. Es algo que la industria del fútbol tenía asumido, pero nadie esperaba una reforma tan radical como la que se atisba en el borrador del Decreto-Ley que busca luchar contra la ludopatía y crear conciencia social, estableciendo unas condiciones muy adversas para las mejores casas de apuestas. La grave situación económica en que se encuentran todos los clubes del país por la pandemia mundial de coronavirus era ya motivo suficiente para poner en jaque la viabilidad financiera de esta industria, pero si a eso se une la supresión de publicidad de casas de apuestas en camisetas de los equipos, estadios y cualquier tipo de vinculación de patrocinio, la incertidumbre es tremenda.

     

    Durante muchos años se ha percibido al sector de las apuestas como la gallina de los huevos de oro. De los 19 equipos que militaban en LaLiga la pasada campaña, solo uno, la Real Sociedad, no tenía un contrato de patrocinio con alguna casa de apuesta. La burbuja en que se ha sumido el negocio de las apuestas deportivas ha tenido efectos devastadores a nivel social, con el incremento de la ludopatía y la incorporación de personas cada vez más jóvenes al juego, con los problemas de responsabilidad y viabilidad económica acarrea. De ahí emana el afán del Ministro de Consumo por romper con esta hegemonía y hacer que el fútbol deje de ser dependiente de las casas de apuestas.

     

    Pero resulta difícil romper con un engranaje tan sólido en tan poco tiempo, y más cuando el contexto socioeconómico del país es tan grave como el derivado de la crisis del coronavirus. Se prevé una pérdida masiva de puestos de trabajo por la drástica reducción de ingresos y será ineludible negociar a la baja nuevos contratos televisivos, la gran fuente de financiación de los clubes. La ausencia de público en los estadios durante meses ya había ocasionado evidentes pérdidas, así como la subida del IRPF y los Pactos de Viana, por los que parte de los ingresos del fútbol se destinan a rescatar de la crisis a otros deportes federados.

     

     

    Así pues, esta reforma integral planteada por Garzón llega en el peor momento posible, tal y como desvelan fuentes de ElConfidencial. Las casas de apuestas han adquirido una gran repercusión y dan trabajo a muchas personas que podrían verse en el paro ante esta reforma. Es por ello por lo que se exigen desde muchas instancias alternativas viables para atemperar el profundo impacto que tendrá esta ley. Además, LaLiga, cuyo crecimiento como entidad ha sido meteórica en los últimos años, podría perder hasta 80 millones de euros, con los perjuicios a nivel deportivo que ello acarrea también. No se conoce la fecha de publicación oficial de un decreto que podría experimentar cambios, pero no parece sencillo abordar algo así en un momento tan crítico para toda la sociedad española como es en el que nos hallamos.