El roscón de Reyes: del siglo II a.C. hasta nuestros días

Esta costumbre surgió en el siglo II a.C., cuando se celebraba la fiesta pagana en honor a Saturno
- Lancelot Digital
El día 6 de enero, además de por abrir los regalos que nos dejan sus majestades, es conocido por ser la fecha en la que comemos el roscón de Reyes, un bollo típico de España, Portugal, México o Argentina. Adornado con trozos de fruta cristalizados y normalmente relleno de crema o nata, este dulce tiene su origen antes del nacimiento de Jesús, por lo que su surgimiento es anterior a que los Reyes de Oriente llegasen a Belén a lomos de sus camellos.
En concreto, esta costumbre surgió en el siglo II a.C., cuando se celebraba la fiesta pagana en honor a Saturno, el dios de las cosechas, denominada ‘Los Saturnales’. Durante el festejo, todas las personas, independientemente de su clase, preparaban diversos platos, entre los que se encontraba una popular torta a base de miel en la que se introducían algunos frutos secos, dátiles e higos.
La famosa haba se introdujo un siglo más tarde como símbolo de la prosperidad y la fecundidad. A quien le tocaba se le auguraba un próspero año. Sin embargo, esta tradición no estuvo vigente mucho tiempo, ya que la llegada de los cristianos al poder terminó con las celebraciones paganas y ‘Los Saturnales’ desaparecieron.
Fue Felipe V quien retomó el roscón de Reyes en España algunos siglos más tarde. También volvió a Francia. Su elaboración incluía habas, pero también monedas de oro. Quien encontrase estas últimas ganaba el premio, mientras que los que se topaban con las habas eran considerados los perdedores y se decía que iban a tener mala suerte.
El roscón de Reyes hoy en día
En la actualidad, la tradición ha cambiado ligeramente. Las monedas de oro han sido cambiadas por monedas de plástico y el haba ha seguido manteniendo el valor negativo, al contrario que en su origen, donde se identificaba con la prosperidad.
También han variado los ingredientes del roscón de Reyes. Los frutos secos se han sustituido por la nata, la crema, el chocolate y trozos de fruta.
Lo más importante es que continúa siendo un plato asociado a la suerte, sobre todo si encuentras algunas de las sorpresas ocultas en su relleno. Por otro lado, quien se tope con la haba será el encargado de pagar el roscón, además de sufrir mal fario los próximo 12 meses.