Históricamente, el placer de los hombres siempre ha estado relacionado de manera directa con la estimulación de la próstata. En algunos casos, este punto es conocido como el Punto P, por establecer una similitud con la mujer. Durante los últimos años, el mercado de los juguetes eróticos ha ido recorriendo nuevas fases y explorando etapas que permiten ofrecer a sus usuarios una experiencia completamente focalizada en el placer. 

En este escenario, el estimulador de próstata se ha consolidado como una de las opciones que está generando una mayor popularidad. Pese a que en el imaginario social existe la falsa creencia de que únicamente es válido para hombres homosexuales, la realidad es bien distinta. Siendo el complemento perfecto para cualquier hombre, con independencia de su orientación sexual.

¿Qué es la próstata?

La próstata es una glándula que se encuentra a una altura muy próxima a la vejiga, situada a unos cinco centímetros de profundidad de la entrada del ano.

Es considerada una de las zonas erógenas del cuerpo del hombre más potentes en términos de placer. Por lo que es importante tomarla en consideración para poder exprimir todas sus posibilidades. Gracias a la amplia variedad de opciones que existen actualmente en el mercado de los juguetes eróticos, existen diferentes fórmulas que nos ayudan a potenciar y estimular nuestra próstata.

¿Qué es un estimulador de próstata?

Un estimulador de próstata es un juguete que está pensado únicamente para el disfrute del hombre. Al igual que ocurre con la inmensa mayoría del resto de productos que existen en este sector, podemos encontrar diferentes tipos en el mercado. Sin embargo, la clasificación más habitual es la que hace referencia a las diferencias entre los que tienen vibración y los que no.

Si bien es cierto que los estimuladores y los vibradores ya llevan mucho tiempo aceptado socialmente en el caso de las mujeres, no ocurre lo mismo en el caso de los hombres. Especialmente cuando se trata de hacer referencia a los consoladores que se encargan de estimular un punto que todavía es considerado un tema tabú, como es el caso de la próstata. En muchas ocasiones, mal relacionado con una orientación homosexual.

Por un tema cultural, es corriente que los hombres homosexuales no se planteen ningún tipo de estimulación anal. Sin embargo, la realidad es que cada vez existe una cultura mucho más proclive hacia la probatura de este tipo de productos en cualquier escenario, con independencia de sus características. La industria de los juguetes eróticos tiene gran parte de culpa de ello, habiendo presentado una gran cantidad de productos dispuestos a explorar zonas que, hasta su irrupción, quedaban completamente inexploradas.

Estimulando el Punto P del hombre

El masaje prostático se puede realizar introduciendo tanto el dedo como un estimulador especialmente diseñado para alcanzar este punto en el recto masculino. Como ya hemos mencionado previamente, la profundidad se encuentra a unos cinco centímetros aproximadamente.

Inicialmente, el masaje prostático puede resultar algo complicado. Especialmente si no se utiliza ningún producto de apoyo. Sin embargo, con los estimuladores específicos logramos obtener un excelente resultado de una manera sencilla. Ya que cuentan con las dimensiones específicas para la zona en la que se encuentran dirigidas.

En la parte frontal del estimulador nos encontramos con una ligera curvatura que nos ayuda a presionar el perineo. Resultando especialmente cómodo de usar en la mayoría de las situaciones, a excepción de la postura sentada, siendo la principal preocupación que debemos tener en cuenta en materia de comodidad.

¿Cómo son los orgasmos prostáticos?

Si tenemos que definir a los orgasmos prostáticos con una única palabra, esta es, sin duda alguna, intensidad. Al contrario de lo que ocurre con los orgasmos que se experimentan con el pene y la eyaculación, la próstata se caracteriza por ofrecer orgasmos mucho más potentes y extendidos en el tiempo.

Una de las principales ventajas que encontramos es que permiten alargar el placer durante varios minutos. Esto se produce porque el periodo refractario, es decir, el tiempo que transcurre entre la eyaculación y la capacidad de excitación posterior, no existe, al contrario de lo que podemos experimentar en el orgasmo eyaculatorio. Siendo posible continuarlo en el tiempo al mismo tiempo que disfrutamos de una excelente intensidad.

Como hemos podido comprobar, no es casualidad que los estimuladores prostáticos hayan experimentado un importante crecimiento en términos de popularidad durante los últimos años. La intensidad de los orgasmos y la amplia variedad de opciones que podemos encontrar actualmente en el mercado se convierten en dos de las principales razones que explican este incremento en notoriedad.

Acudir a una tienda especializada en este tipo de productos, que cuenta con la experiencia y profesionalidad adecuadas, es la mejor inversión en materia de tranquilidad. Asegurando la cobertura de todas nuestras necesidades a partir de un servicio de atención al cliente que nos garantice la máxima profesionalidad en el momento de resolver cualquiera de nuestras dudas.