Cada vez más personas buscan tener la mejor audición posible, para ello es fundamental hacerse una audiometría en un centro auditivo.

El sentido del oído es uno de los más importantes y para eso es clave acudir a un buen Centro Auditivo, donde nos hagan una prueba  de audiometría con la que poder revisar en qué estado se encuentra nuestra audición.

La necesidad de hacerse una audiometría a partir de los 65 años

Organizaciones como la Organizacion Mundial de la Salud recomiendan el que cuando se cumplen 65 años es necesario hacerse una revisión para saber cómo nos encontramos en materia auditiva.

La tercera edad si se llevan los necesarios controles en todos los campos de la salud, puede tener una magnífica calidad de vida y ello también es posible en cuanto a salud auditiva.

La pérdida de audición puede recuperarse gracias a los audífonos

Los audífonos han mejorado mucho a nivel tecnológico y ahora han mejora de forma considerable en cuanto a la percepción de los sonidos, pero también disponen de un peso mucho menor, lo que los hace bastante más confortables.

Aunque todavía existen algunas personas que tienen cierto rechazo a usarlos, lo cierto es que cada vez más las personas con deficiencias en su salud auditiva optan por elegir un audífono de calidad en su centro auditivo de confianza y eso es altamente positivo.

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Se suele decir que cuando alguien puede perder audición no llega a ser capaz de oír tan bien como un individuo que tiene el sentido del oído bien, lo que hace necesario un tratamiento adecuado. 

Las pérdidas de audición son de grado leve, moderado, grave o de gran profundidad. En este sentido pueden terminar afectando a uno o a ambos oídos, llegando a entrañar dificultades para poder oír correctamente una conversación o sonidos que sean fuertes.

Existen personas que son denominadas “duras de oído” que son las que tienen una pérdida de audición que oscila entre la leve y la grave. 

Habitualmente suelen comunicarse mediante la palabra y pueden usar a los audífonos como gran ayuda, así como los implantes cocleares y demás positivos, además de los subtítulos.

Las personas que son “sordas”, tienen una pérdida en materia auditiva de lo más profundas, por lo que se oye poco o casi nada. Con frecuencia lo que hacen es comunicarse gracias al lenguaje de signos.

La detección de la pérdida auditiva

Este tema necesita que se haga un cribado de lo más sistemática para la detección de la perdida de audición o una patología en las personas que tengan un riesgo mayor.

Vamos con las edades en las que es necesaria una revisión:

• Recién nacidos y menos de 12 meses
• Niños que se encuentren en edad preescolar y escolar
• Personas que estén expuestas a ruidos o productos de carácter químico en el trabajo
• Personas que reciban medicamentos ototóxicos
• Adultos mayores

Pensemos que la evaluación de la audición y los exámenes que se realizan en el oído se pueden hacer en entornos de carácter clínico y comunitario. Hay herramientas de lo más útil como la aplicación hearWHO de la OMS y demás soluciones que lo que hacen es basarse en tecnología avanzada para poder detectar múltiples patologías otológicas y de pérdidas de audición, aunque se cuente con formación y recursos limitados.

Si se quien evitar mayores problemas, en cuanto la pérdida de audición es detectada, lo más importante es comenzar con su tratamiento lo antes que sea posible y de la mejor forma.

Las medidas existentes para la rehabilitación de personas con pérdida auditiva son las siguientes:

• Utilizar tecnologías para la audición, como los audífonos, los implantes cocleares o los de oído medio.
• La utilización del lenguaje de señas y demás medios de sustitución sensorial, caso de la lectura de los labios, el sistema de “deletreo” de palabras en la palma de la mano, comunicarse por signos, etc.
• La terapia de rehabilitación de cara a poder mejorar la habilidad en cuanto a la percepción y del desarrollo de capacidades lingüísticas y comunicativas.

Pensemos que el uso de la tecnología de asistencia a nivel auditivo y los servicios como los sistemas para la modulación de la frecuencia y de su bucle, así como los dispositivos de alerta, de telecomunicaciones o en los que se proporcionan servicios de subtitulación e interpretación del lenguaje de señas, pudiendo mejorar todavía más el acceso a las comunicaciones y a la educación de aquellas personas que sufren pérdida auditiva.

Conclusiones

Esperamos que todo lo que os hemos comentado, sirva para que os haya quedado claro lo importante que es prevenir en el campo de la salud auditiva y hacerse los pertinentes controles de esta mediante una audiometría y demás pruebas que os aconsejen los especialistas.