Toda empresa que ofrece productos alimenticios debe seguir ciertas condiciones fundamentales para que sus productos sean aptos para ser consumidos y evitar afectaciones de la salud

Para formar parte del mercado de alimentos, existen un conjunto de normativas que permiten conservar la sanidad y seguridad en los productos que pasarán al mercado. En este sentido, hoy en día resulta sumamente importante contar con una labor de manipulador de alimentos, que verifique dicha seguridad.

Toda empresa que ofrece productos alimenticios debe seguir ciertas condiciones fundamentales para que sus productos sean aptos para ser consumidos y evitar afectaciones de la salud. Para ello, se deben seguir una serie de procesos llevados a cabo por el manipulador de alimentos, quien se encarga entre otras cosas, de la verificación de la higiene de los productos.

¿Qué es la higiene alimentaria?

Se trata de la disciplina que garantiza la inocuidad de los alimentos, con el objetivo de que estos mantengan sus cualidades de sabor, aroma, textura, entre otras, garantizando al mismo tiempo que sean aptos y seguros para el consumo, garantizando así la integridad de la salud de aquellos que los compren e ingieran.

Cuando las bacterias cuentan con las condiciones adecuadas pueden llegar a multiplicarse sin control, provocando graves consecuencias para la salud de las personas. Son frecuentes los casos de intoxicación alimentaria, con sus característicos síntomas de diarrea, fiebres y vómitos, en el caso que se consuman indiscriminadamente alimentos sin garantías de una correcta higiene alimentaria.

¿Qué necesita un buen manipulador de alimentos?

El manipulador de alimentos debe cuidar varios aspectos para conseguir el correcto cumplimiento de la normativa de higiene alimentaria, y para no convertirse en un foco de intoxicación. Por otro lado, es importante que el profesional se forme adecuadamente.  Existen diferentes formaciones y cursos de manipulador de alimentos online que garantizan un adecuado conocimiento de las diferentes técnicas para mantener la inocuidad de los alimentos. 

Entre las prácticas con las que se trabaja en dichas formaciones, destacan:

• La salud individual del manipulador. Es de vital importancia realizar autoevaluaciones constantes del propio estado de salud en el que se encuentra el manipulador de alimentos, puesto que si se encuentra enfermo puede llegar a convertirse en foco de contagio de su afección hacia los consumidores.

• La higiene personal. Además de la obvia limpieza personal y normas básicas de higiene, el manipulador de alimentos debe prestar atención a otros detalles variados tales como llevar siempre las uñas cortas, el lavado constante de manos y la limpieza de cada uno de los elementos de su ropa.

• Correcto uso del equipo de seguridad sanitaria. El uso correcto de red o redecilla en el pelo tanto en hombres como mujeres, es fundamental para evitar la caída del cabello sobre el producto o la contaminación de las manos al tocar el mismo. Debe también mantener el uso correcto y constante de la mascarilla y de guantes, los mismos deberán estar en buen estado, limpios y sin roturas, además se deberá higienizar las manos previo a colocárselos y también mientras los tenga puestos.

• Bajo ninguna circunstancia debe llevar puestos accesorios de ningún tipo, puesto que estos pueden llegar a ensuciarse y acabar contaminando los alimentos.

• No debe fumar, masticar chicle o ingerir alimentos en el puesto de trabajo.

• Debe seguir un estricto protocolo para el lavado correcto de sus manos, hacerlo con agua caliente y jabón bactericida. En especial luego de ir al baño, sonarse la nariz o realizar cualquier tipo de actividad que represente un riesgo de contaminación para los alimentos. El completo secado de las manos también resulta importante, debe hacerse adecuadamente con toallas de papel de un solo uso.

• Se debe tener sumo cuidado con las medidas de higiene ante actividades cotidianas tales como estornudar, silbar, toser, tocar elementos no estériles y con la utilización de perfumes, cremas o todos aquellos que tenga un olor penetrante que pueda impregnarse en el producto.

El pleno conocimiento de estos principios básicos, y de otras diversas técnicas o medidas de seguridad garantiza un adecuado desempeño por parte del manipulador de alimentos y un buen rendimiento por parte de la empresa en el mercado de alimentos.

¿Cómo adquirir competencias para optar a un puesto de manipulador de alimentos?

En la actualidad existen cientos de cursos de manipulador de alimentos, además de otros cursos similares tales como cursos de curso mozo almacén,  ya sea en la modalidad presencial o en línea. Estos talleres formativos garantizan que el aspirante adquiera todas las competencias necesarias para desempeñar un cargo como manipulador de alimentos en alguna empresa.

La industria exige una adecuada certificación para este tipo de trabajo de tanta importancia. Debe haber constancia de que el aspirante tiene conocimiento de las diferentes técnicas que le permitirán mantener libre de contaminación el proceso de manipulación de productos alimentarios. Es por ello, que dichos cursos suponen una herramienta fundamental en la preparación de los aspirantes de manipulación de alimentos. Cuando se trata de conseguir un buen trabajo, es necesario adquirir numerosas habilidades. Un curso de Pemp, por ejemplo, puede ayudar a usar plataformas elevadoras.

Bien sea en el área de manipulación de alimentos, como mozo de almacén o para el uso de plataformas elevadoras, las formaciones actuales (en concreto las online) son muy diversas. Aprovechar estas oportunidades puede garantizar mejores oportunidades laborales.