Prácticas esenciales de ciberseguridad para estudiantes y profesores
La tecnología es esencial en el ámbito educativo. Tanto dentro como fuera del aula, estudiantes y docentes dependen en gran medida de plataformas online, software, dispositivos y sistemas de investigación avanzados.
En este entorno digital, por desgracia, las ciberamenazas son más frecuentes que nunca. Ante un riesgo tan extendido, aquí te contamos cómo pueden mantenerse protegidos quienes estudian y trabajan en los centros educativos.
¿Por qué es importante la ciberseguridad en la educación?
La seguridad online es un elemento fundamental para proteger a niños y jóvenes.
Los centros educativos, colegios e instituciones universitarias gestionan una gran cantidad de información sensible, que incluye datos personales de cada estudiante matriculado y de todo el personal. Esta información debe protegerse de posibles amenazas, almacenarse de forma segura y eliminarse correctamente.
La seguridad de los sistemas digitales está directamente vinculada a la seguridad física del alumnado. Al proteger los códigos de acceso y las zonas restringidas, los centros garantizan que solo personas autorizadas puedan acceder. Así, se asegura que únicamente profesionales cualificados y de confianza interactúen con los jóvenes.
¿Cómo pueden las escuelas promover la ciberseguridad?
Autenticación de dos factores
La autenticación multifactor implica que, al intentar iniciar sesión, el usuario recibe una notificación oficial en otra cuenta o dispositivo vinculado.
Es una manera segura de confirmar que quien solicita acceso es realmente el usuario legítimo y no un ciberdelincuente. En los centros educativos, esto puede aplicarse a través de las cuentas de correo institucional.
Contraseñas seguras
También es recomendable animar a estudiantes y docentes a establecer contraseñas seguras para sus cuentas online. Esto reduce el riesgo de sufrir un ciberataque, que podría afectar gravemente a toda la red del centro.
Si tus alumnos necesitan acceder a cuentas compartidas con recursos educativos, un gestor de contraseñas gratuito permite un acceso sencillo y seguro para los usuarios autorizados.
Conocer los riesgos del Wi-Fi público
Los centros educativos deben disponer de una única red de confianza con un servidor seguro. Esto incluye instalación y mantenimiento realizados por profesionales informáticos, la única forma de garantizar una conexión a internet estable y protegida en todo el recinto. También es recomendable enseñar a los estudiantes el uso básico de una VPN cuando estén fuera del centro, ya que añade una capa extra de seguridad. Es fundamental que aprendan a utilizar correctamente la red institucional y se les recomiende no conectarse a redes públicas, ya que no son seguras.
Proteger todos los dispositivos
Desde teléfonos móviles personales hasta ordenadores y tabletas proporcionados por el centro, todos los dispositivos deben estar protegidos frente a amenazas y ataques cibernéticos. Esto implica establecer contraseñas en los dispositivos bloqueables y mantenerlos físicamente seguros. Muchos colegios incluso piden al alumnado que entregue su móvil al inicio de la jornada para limitar el acceso a internet.
Fomentar una cultura de concienciación cibernética
Por último, cada centro educativo debe asegurarse de que el alumnado conoce los riesgos del uso de internet. Desde identificar correos fraudulentos hasta evitar compartir datos personales, las normas básicas de seguridad online deben ser claras y fáciles de recordar para todos.
Con un enfoque proactivo y una cultura centrada en la seguridad, tanto estudiantes como profesores pueden utilizar internet de manera productiva, adecuada y segura.
