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¿Realidad o mito? 5 creencias sobre la limpieza de cristales  

 

 

La limpieza de cristales y espejos es siempre una de las tareas del hogar más tediosas y que más esfuerzo requieren

 

  • Lancelot Digital
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     La limpieza de cristales y espejos es siempre una de las tareas del hogar más tediosas y que más esfuerzo requieren. Y, a pesar de que le dedicamos tiempo -¡y sudor!-, parece que siempre queda alguna marca. Sin embargo, nos encanta asomarnos a través de una ventana reluciente, observar el exterior y disfrutar de los rayos del sol que aportan luminosidad y vida a nuestro hogar.

     

    Por ello, aclaramos 5 creencias sobre la limpieza de cristales y demuestra que es posible conseguir ventanas y espejos totalmente limpios y brillantes.

     

    1. ¿Realidad o mito?: "No limpies los cristales de tus ventanas cuando haga sol"

     

    Realidad. Por supuesto no debemos esperar a que llueva o truene para decidirnos a limpiarlos, pero debemos tratar de evitar el sol directo, ya que provoca reflejos que nos impiden ver con claridad las marcas y lo que estamos limpiando. Además, también hará que el agua se evapore y los productos de limpieza se sequen con rapidez. Para evitar esto, lo mejor será emplear un limpiacristales eléctrico* que humedezca, limpie y seque el cristal de una sola pasada. ¡Quedarán impolutos!

     

    2. ¿Realidad o mito?: "Un detergente limpiacristales mantiene los cristales limpios"

     

    Mitad realidad, mitad mito. Es cierto que determinados limpiacristales repelen alguna suciedad como el polvo durante algún tiempo, pero es falso que los mantenga limpios ante cualquier agente externo, ya que generalmente la lluvia o las salpicaduras dejan huella. Lo único que permite mantenerlos realmente limpios, como es evidente, es limpiarlos con frecuencia. ¡Aquí no hay magia que valga!

     

    3. ¿Realidad o mito?: "Limpiarás más rápido si lo haces con agua caliente"

     

    Mito. Si empleamos agua excesivamente caliente, el producto de limpieza puede evaporarse y sería como si tan solo utilizáramos agua. De este modo, los cristales no quedarían totalmente limpios y tendríamos que repetir el proceso. Lo ideal sería que el agua estuviera templada.

     

    4. ¿Realidad o mito?: "Son necesarios al menos 3 pasos para limpiar los cristales adecuadamente"

     

    Mito. Tradicionalmente la forma de limpiar cristales consistía en distribuir el detergente por la superficie y, posteriormente, pasar un paño para arrastrar la suciedad y secar, pero hoy en día ya no es necesario. Actualmente existen diferentes sistemas y productos que permiten aunar y simplificar estos pasos, ahorrándonos grandes esfuerzos. ¡Una vez más, la solución a tus problemas está en un limpiacristales eléctrico! Además, si limpias la parte interior del cristal en vertical y la parte exterior en horizontal (o viceversa), te será más fácil detectar si ha quedado alguna marca y ponerle remedio.

     

    5. ¿Realidad o mito?: "Lo mejor para dejar los cristales brillantes es el papel de periódico"

     

    Mito. Si bien es cierto que el papel de periódico puede absorber con eficacia el agua, la tinta puede dejar marcas en los cristales. Esto se traduciría en un doble esfuerzo al tener que volver a limpiarlos. También existen otros trucos populares, como el uso de filtros de café, que no terminan de eliminar por completo la suciedad. La mejor opción en cuanto a tejido para atrapar y retener la suciedad sería, sin duda, la microfibra.