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Suplementos alimenticios para mascotas, ¿son una buena opción?

 

  • Lancelot Digital
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    Los suplementos alimenticios para mascotas son productos que se añaden a la dieta de los animales domésticos con el fin de mejorar su salud, prevenir o tratar ciertas enfermedades, o compensar posibles carencias nutricionales. Existen suplementos de origen natural y sintético, y se pueden administrar en forma de pastillas, polvos, líquidos, o mezclados con el alimento.

     

    Pero, ¿son realmente necesarios y beneficiosos los suplementos alimenticios para mascotas? ¿Qué ventajas e inconvenientes tienen? ¿Cómo elegir el suplemento más adecuado para cada caso?

     

    ¿Qué tipos de suplementos alimenticios para mascotas existen?

     

    Los suplementos alimenticios para mascotas se pueden clasificar según su composición, su función, o su forma de administración. Según su composición, podemos distinguir entre:

     

    • Suplementos naturales: son aquellos que se obtienen a partir de elementos presentes en la naturaleza, como plantas, algas, aceites, etc. Algunos ejemplos son el aceite de salmón, rico en ácidos grasos omega 3, la levadura de cerveza, fuente de vitaminas del grupo B, o la glucosamina y el sulfato de condroitina, que favorecen la salud articular.
    • Suplementos sintéticos: son aquellos que se fabrican en laboratorios, imitando o modificando sustancias naturales. Algunos ejemplos son las vitaminas y minerales sintéticos, los probióticos, que son microorganismos beneficiosos para la flora intestinal, los antioxidantes, que protegen a las células del daño oxidativo o los antiparasitarios que ayudan a combatir pulgas, garrapata y otro tipo de parásitos indeseables.

     

    Según su función, podemos distinguir entre:

     

    • Suplementos preventivos: son aquellos que se usan para evitar la aparición de ciertas enfermedades o problemas de salud, o para reforzar el sistema inmunitario. Algunos ejemplos son los suplementos de omega 3, que previenen las inflamaciones y las alergias, los suplementos de calcio y fósforo, que fortalecen los huesos y los dientes, o los suplementos de hierro, que previenen la anemia.
    • Suplementos terapéuticos: son aquellos que se usan para tratar o aliviar los síntomas de ciertas enfermedades o problemas de salud, o para mejorar la calidad de vida de las mascotas. Algunos ejemplos son los suplementos de glucosamina y condroitina, que reducen el dolor y la rigidez de las articulaciones, los suplementos de melatonina, que regulan el ciclo del sueño y el estrés, o los suplementos de L-carnitina, que ayudan a quemar grasa y a controlar el peso.

     

    Según su forma de administración, podemos distinguir entre:

     

    • Suplementos orales: son aquellos que se ingieren por la boca, ya sea directamente o mezclados con el alimento. Son los más comunes y los más fáciles de usar, pero también pueden tener efectos secundarios como vómitos, diarreas, o alergias. Algunos ejemplos son las pastillas (como zipyran plus), los polvos, los líquidos, o los caramelos.
    • Suplementos inyectables: son aquellos que se administran mediante una inyección, ya sea subcutánea, intramuscular, o intravenosa. Son los más efectivos y los que tienen menos efectos secundarios, pero también son los más invasivos y los que requieren de supervisión veterinaria. Algunos ejemplos son las vacunas, los sueros, o los antibióticos.

     

    ¿Qué ventajas e inconvenientes tienen los suplementos alimenticios para mascotas?

     

    Los suplementos alimenticios para mascotas pueden tener ventajas e inconvenientes, dependiendo de cada caso y de cada producto. Algunas de las ventajas son:

    • Mejoran la salud y el bienestar de las mascotas, aportándoles nutrientes esenciales que pueden faltar en su dieta, o que pueden ser insuficientes debido a su edad, actividad, o estado de salud.
    • Previenen o tratan ciertas enfermedades o problemas de salud, complementando el tratamiento veterinario, o reduciendo la necesidad de medicamentos químicos que pueden tener efectos secundarios indeseados.
    • Son fáciles de conseguir y de usar, ya que se pueden comprar sin receta en tiendas especializadas, farmacias, o por internet, y se pueden administrar en casa, siguiendo las instrucciones del fabricante o del veterinario.

     

    Algunos de los inconvenientes son:

     

    • No son una solución mágica ni sustituyen a una alimentación equilibrada y de calidad, que es la base de la salud de las mascotas. Los suplementos alimenticios para mascotas son un complemento, no un sustituto, y deben usarse con criterio y moderación.
    • Pueden tener efectos secundarios o contraindicaciones, especialmente si se usan de forma incorrecta, excesiva, o inadecuada. Los suplementos alimenticios para mascotas pueden interactuar con otros medicamentos, causar alergias, intoxicaciones, o desequilibrios nutricionales, o ser incompatibles con ciertas enfermedades o condiciones.
    • Pueden ser costosos o de baja calidad, dependiendo de la marca, el origen, o la composición. Los suplementos alimenticios para mascotas pueden variar mucho en su precio, su pureza, su concentración, o su eficacia, y no todos están sometidos a los mismos controles de calidad y seguridad.

     

    ¿Cómo elegir el suplemento más adecuado para cada caso?

     

    Antes de usar un suplemento alimenticio para tu mascota, debes tener en cuenta una serie de factores, como:

     

    • La necesidad: debes evaluar si tu mascota realmente necesita un suplemento, o si puede obtener los nutrientes que necesita de su alimentación habitual. Para ello, puedes consultar con tu veterinario, que te hará un examen físico y unas pruebas de sangre, y te recomendará el suplemento más adecuado para cada caso.
    • La composición: debes leer la etiqueta del producto, y comprobar que contiene los ingredientes que buscas, en la cantidad y la forma adecuadas. También debes evitar los productos que contengan sustancias innecesarias, como colorantes, conservantes, o aditivos.
    • La calidad: debes elegir un producto de una marca reconocida y de confianza, que cumpla con los estándares de calidad y seguridad, y que tenga un certificado de análisis que garantice su pureza y su concentración. También debes comprobar la fecha de caducidad y las condiciones de conservación del producto.
    • La dosis: debes seguir las indicaciones del fabricante o del veterinario, y ajustar la dosis según el peso, la edad, y el estado de salud de tu mascota. También debes respetar la frecuencia y la duración del tratamiento, y observar los posibles efectos secundarios o beneficiosos del producto.
    • La opinión: debes informarte sobre las experiencias de otros usuarios que hayan usado el mismo producto, y comparar los resultados, las ventajas, y los inconvenientes. También puedes consultar con tu veterinario, que te dará una opinión profesional y objetiva sobre el producto.