Todo lo que el contribuyente español debe saber para declarar las criptomonedas en 2025

El año fiscal de 2025 supone el estreno de un sistema de cruce de datos en tiempo real entre bancos, exchanges y la Agencia Tributaria. Este nuevo ecosistema nace del Real Decreto 249/2023, que modificó la legislación para autorizar la recogida automática de información financiera.

E introdujo, ya en 2024, el modelo 721 dirigido a quienes mantienen monedas virtuales fuera del país. Paralelamente, el reglamento europeo MiCA (Markets in Crypto-Assets) está en plena aplicación desde el 30 de diciembre de 2024, obligando a los proveedores de servicios cripto a obtener autorización de la CNMV.

Además de conservar historiales de transacciones durante una década. Dicho de otro modo, Hacienda comienza 2025 con más herramientas de control que nunca.

Fiebre cripto: compra, venta, conversión y modelos de declaración

Para hacer visibles todos los movimientos del inversor, Hacienda incorpora en los Datos Fiscales tres referencias ya conocidas por quienes descargaron el borrador de este año. La marca CR1 indica que hubo movimientos entre una cuenta bancaria española y un exchange local, aunque solo se trate de un ingreso.

La sigla CR2 aparece cuando existe saldo, pequeño o grande, en plataformas domiciliadas en territorio nacional. Por su parte, CR3 señala ventas o intercambios de criptoactivos efectuados en esas mismas plataformas, con cálculo automático de ganancia o pérdida patrimonial. Estos códigos, introducidos en 2024, ya están ampliamente difundidos.

Así queda claro que la Agencia Tributaria ya dispone de parte de la información antes incluso de que el contribuyente envíe su declaración. Esta decisión del gobierno tiene fundamento. Según un estudio del Banco Central Europeo, la proporción de españoles que poseen algún criptoactivo pasó del 4% en 2022 al 9% en 2024.

Dicho de otra manera, las mejores altcoins han conquistado a los españoles. Entre estos titulares, un 19% ya utiliza monedas digitales para pagar bienes y servicios, muestra de que el fenómeno ha dejado de ser exclusivo para especuladores y forma parte del consumo cotidiano. Alrededor de 350.000 nuevos contribuyentes podrían entrar cada año en el radar.

Así, Hacienda estima emitir cerca de 889.000 avisos preventivos relacionados con criptomonedas en la campaña de la renta 2024-2025, según declaró en abril la directora de la Agencia Tributaria. No obstante, la regla principal sigue siendo la misma. Cada operación genera una variación patrimonial que debe convertirse a euros utilizando la cotización exacta en la fecha del evento.

El manual del IRPF recuerda que la diferencia entre el valor de transmisión y el coste de adquisición, ambos en euros, forma la base imponible, permitiendo descontar comisiones directamente relacionadas con la transacción. Quien opera con múltiples tokens, por tanto, necesita mantener un archivo cronológico sólido.

Esto implica conservar extractos en CSV, capturas de pantalla o justificantes de la plataforma, todo para sustentar el cálculo en caso de inspección. Aunque la discusión fiscal suele centrarse en operaciones locales, el modelo 721 pone el foco en el exterior, en cualquier residente fiscal con saldo agregado superior a 50.000€.

Este, si tiene este salgo en exchanges extranjeros al 31 de diciembre, deberá presentar, entre el 1 de enero y el 31 de marzo, una declaración informativa detallando custodio, valor por token y conversión monetaria. Incluso quienes no hayan movido las monedas durante el año deben informar la posición final.

Las sanciones podrían superar los 20.000 € en caso de ocultación deliberada. El documento funciona como un espejo retrovisor: todo lo que esté fuera del país ya se incorpora al big data de Hacienda y podría reaparecer como CR2 o CR3 en la siguiente declaración del IRPF.

De la hoja de cálculo al blockchain explorer: histórico y requisitos MiCA

La experiencia demuestra que los errores de cálculo suelen derivarse menos de la mala fe que de la complejidad técnica. Quienes practican staking, por ejemplo, reciben micro-recompensas de manera irregular. Quienes aportan liquidez en protocolos DeFi obtienen rendimientos compuestos.

Quienes realizan compras en e-commerce con criptomonedas muchas veces pierden la referencia exacta del tipo de cambio. Para evitar discrepancias, los expertos recomiendan reconciliar periódicamente el extracto del exchange, el registro local de transacciones y la información pública en exploradores de blockchain.

Herramientas de código abierto, combinadas con la descarga automática de precios históricos, permiten recopilar campos clave. Por ejemplo, fecha, hash, token y valor en euros, creando así un dossier que proteja al contribuyente ante posibles preguntas.

El reglamento europeo no modifica directamente las tarifas del IRPF, pero sí cambia profundamente la infraestructura del mercado. Solo las plataformas registradas en la CNMV podrán ofrecer servicios de custodia o intermediación, y deberán mantener reservas mínimas proporcionales al volumen de activos custodiados.

Además, toda transferencia superior a 1.000 € entre monederos custodiados y autocustodiados será comunicada a la autoridad competente, una obligación similar a la ya vigente para transacciones en efectivo.