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Adopta un perro y lo sacrifica a los pocos meses por conductas agresivas no justificadas

El animal, según los vecinos, estaba en malas condiciones higiénico-sanitarias y no lo sacaban de casa

 

  • Lancelot Digital
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    Una vecina de Lanzarote está siendo investigada por sacrificar a un perro que había adoptado apenas unos meses antes por, supuestamente, manifestar conductas agresivas, que no llegó a justificar, y morder a su hijo menor de edad.

     

    Los hechos se remontan al pasado 3 de noviembre, cuando la Guardia Civil recibe una denuncia por parte de la protectora que cedió al perro en adopción el 5 de diciembre de 2020, de nombre Cadillac de raza mestizo y de 12 años de edad.

     

    La protectora tiene conocimiento de los hechos el mes de noviembre porque cuando dan un can en adopción, se les hace un seguimiento para ver el estado del animal y en las condiciones en las que se encuentran. Durante meses la persona adoptante del perro envía fotos estando el perro sociabilizado con la familia, pero de repente la persona adoptante deja de enviar fotos a la protectora, desconociendo el estado del can.

     

    Por ello, el SEPRONA lleva a cabo todas las indagaciones oportunas y recaba todas las pesquisas para poder localizar a la persona adoptante del can, una vez identificada manifiesta que el perro tenía comportamientos agresivos con los niños y que en alguna ocasión llegó a morder a su hijo, sin llegar aportar ningún informe médico al respecto,  siendo inviable tenerlo en casa conviviendo con su hijo y por ello, lo llevó al veterinario para que lo sacrificaran, presenciando la veterinaria un episodio de agresividad en la clínica.

     

    La Guardia Civil recabó más datos de manifestaciones de personas que habían tenido contacto con el can, siendo uno de ellos adiestrador canino y otro un vecino, diciendo este que pudo cambiar su carácter debido al tiempo de larga duración que el perro pasaba solo cada día encerrado sin sacarlo a la calle, estando en malas condiciones higiénico-sanitarias (rodeado de gran cantidad de heces y orines), sin sacarlo de la vivienda y sin que el animal pudiera ejercitarse, igualmente el adiestrador en ningún momento recomendó su sacrificio.

     

    Además, la adoptante no agotó todas posibilidades antes del sacrificio, pudiendo devolver el perro a la protectora o reconducir el comportamiento agresivo del perro, antes de proceder a su sacrificio, certificando la veterinaria conducta agresiva dirigida a los niños.

     

    Las Diligencias fueron puestas a disposición del Juzgado de Guardia de Guardia de Arrecife, así como de la Fiscalía Provincial de Medio Ambiente de Las Palmas.

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