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Condenados dos de los seis policías acusados de torturas en Arrecife

Los otros cuatro agentes de la Policía Nacional han sido absueltos. Pinche aquí para ver la sentencia

 

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    La Audiencia Provincial ha condenado a dos de los seis policías que se sentaron en el banquillo por la paliza a dos hermanos en la comisaría de Arrecife en 2010. El tribunal ha impuesto una pena de cuatro años y medio de prisión al subinspector Juan Carlos Gutiérrez Corella y al agente Airam Pérez González, mientras ha absuelto a los otros cuatro agentes de la Policía Nacional. Los dos hermanos que fueron agredidos por los agentes también han sido condenados a seis meses de prisión por un delito de atentado y una falta de lesiones.

     

    En concreto, la sala considera probado que los agentes Airam Pérez González y Juan Carlos Gutiérrez cometieron un delito de tortura en la modalidad de atentado grave a la integridad moral en concurso con un delito de lesiones contra Nelson Lemes imponiéndoles una pena de dos años y medio de cárcel y nueve de inhabilitación por el primero de los delitos y de dos años de prisión por el segundo. Además, deberán indemnizar al agredido con 25.000 euros, 13.000 por las lesiones y 12.000 por el daño moral derivado del delito de tortura. Estos dos agentes han sido absueltos al igual que el resto en relación a los mismos delitos contra el otro hermano detenido, Yari Lemes, al considerarse que no hay pruebas de que las lesiones que presentaba fueran ocasionadas por ninguno de los policías nacionales acusados. Por su parte, los dos hermanos detenidos deberán indemnizar a tres agentes con 225 euros.

    Nelson Lemes, tras la agresión

     

    Los hechos ocurrieron el 2008 de abril de 2010 después de que Nelson y Yari Lemes fueran detenidos por una agresión a otras dos personas en un parque de Titerroy. En el lugar se personaron dos agentes requiriendo a los dos hermanos a que cesaran la agresión, momento en que Yari Lemes, "con desprecio al principio de autoridad", se encaró a uno de los agentes y "comenzó a propinarle patadas, empujones y un puñetazo en la cara, además de golpearle con un cinturón, logrando el citado agente reducirle haciendo uso de su defensa reglamentaria". Por su parte, Nelson Lemes propinó "un empujón" y "golpeó" en el codo a otra agente que intervino para frenar la pelea. Como consecuencia de los golpes, ambos policías sufrieron diversas lesiones que tardaron cinco días en sanar, estando dos de ellos impedidos para el desempeño de su trabajo.

     

    En apoyo a estos dos agentes, llegaron al parque los otros cuatro policías acusados, que ayudaron a sus compañeros "a reducir" a los dos hermanos. Sin embargo, una vez detenidos, cuando estaban siendo introducidos en el vehículo policial, Nelson Lemes "propinó una patada en la boca" a Airam Pérez, uno de los agentes condenados.

     

    Cerró la puerta "para evitar que se grabase la agresión"

     

    Ya en comisaría, Nelson Lemes fue conducido desde el garaje a los calabozos "con el torso desnudo, descalzo y engrilletado con las manos a la espalda". "Después de haber recorrido tres pasillos y rebasada por el acusado Nelson la puerta de acceso a una pequeña dependencia (que comunica con el pasillo en el que se ubican los calabozos y en la que hay instalada una cámara de viodevigilancia), Airam Pérez, con ánimo de castigar al detenido por su previa actuación en el parque, faltando a su obligación de velar por la integridad física de dicho detenido y con ánimo de menoscabarla, le agarró por el cuello, le hizo retroceder hasta volver a traspasar la puerta y le asestó un fuerte golpe en la rodilla haciendo que Nelson cayese al suelo y quedara sentado", reza en la sentencia.

     

    En aquel momento, el subinspector Juan Carlos Gutiérrez cerró la puerta "para evitar que se grabase la agresión". El otro agente siguió golpeando a Nelson haciendo uso de la defensa reglamentaria propinándole varios golpes "en la espalda y en la pierna izquierda" y el subinspector le propinó "una patada en la boca". Como consecuencia de los golpes, Nelson sufrió la fractura de la tibia de su pierna izquierda, un diente roto y otras lesiones, entre ellas en la espalda, que le obligaron a llevar collaarín, tardando en curar 211 días y dejándole además un pejuicio estético ligero por el diente roto. Para la sala, no ha quedado probado que ninguno de los otros cuatro policías acusados agredieran a Nelson ni que pudieran impedir la misma.

     

    No probada la agresión a Yari

     

    La sala no considera probado que los policías agredieran a Yari Lemes

     

    En cuanto a Yari Lemes, que presentaba tumefacciones, hematomas y desgarro de retina en ambos ojos, que le dejaron como secuela pérdida de agudeza auditiva, el tribunal considera que no ha quedado probado "el momento y lugar en que se produjeron dichas lesiones ni tampoco que las mismas fuesen ocasionadas" por los agentes acusados. 

     

     

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