El acusado de abusar sexualmente de cuatro niños en Arrecife admite que es pedófil
Juicio al alemán Roland Figge, que quedó visto para sentencia. Habría abusado de uno de los niños durante cuatro años. La Fiscalía pide más de 52 años de cárcel.
Lancelot Digital
Quedó visto para sentencia el juicio a un ciudadano alemán residente en Lanzarote acusado de abusar sexualmente en su domicilio de cuatro niños, tras una vista oral celebrada este miércoles día 14 y que duró más de seis horas.
En la misma, la Fiscalía ratificó su solicitud de condena de 52 años y ocho meses de cárcel para el imputado de cuatro delitos continuados de abuso sexual con acceso carnal, cuatro supuestos delitos de provocación sexual, un delito de elaboración de material pornográfico y otro de posesión de material pornográfico.
En la vista del juicio declararon el imputado, llamado Roland Figge; los cuatro niños; familiares de ellos, y cinco médicos y psicólogos.
El acusado sostuvo que sólo le atraen sexualmente los niños, y se definió a sí mismo como un pedófilo de toda la vida, según recoge la agencia de noticias ACN.
Por su parte, la Fiscalía considera probado que hubo un abuso continuado con tres de los niños, en uno de estos casos durante cuatro años, mientras que con el otro tan sólo se produjo en una ocasión.
Según el fiscal, el acusado comenzó a frecuentar en el año 2005 un bar de Arrecife, y se fue ganando la confianza de la gente del lugar, como una mujer, madre de un niño de nueve años, al que después también conoció.
El imputado, aprovechándose de la confianza ganada, le hizo creer al niño que era su novio, justificando de dicha manera sus primeros besos, que dieron paso después a relaciones sexuales”, según el escrito de la Fiscalía.
A su vez, el hombre se sirvió de la relación que tenía con ese niño para contactar con otros tres menores, de los que también habría abusado sexualmente.
Según el fiscal Ignacio Stampa, el imputado “se aprovechó de las situaciones familiares de los pequeños, dado que procedían de familias conflictivas, dándose en todos ellos una carencia de afecto”.
Stampa calificó Roland Figge como un “degenerado”, subrayó que el propio imputado reconoce que le los gustan los niños, y consideró que no se puede aplicar la atenuante de enfermedad, porque no hay prueba de ello.