El acusado de agredir sexualmente a la hija de su pareja niega los hechos, mientras la joven afirma que lo hacía “casi todos los días”
La víctima asegura que no denunció hasta que fue mayor de edad y su madre falleció, porque ésta le había pedido que no lo hiciera
Lancelot Digital
Fotos: Jesús Betancort
El hombre acusado de agredir sexualmente a la hija de su pareja, entonces menor de edad, durante una década en Playa Blanca, ha negado este martes los hechos en el juicio que se ha celebrado en Lanzarote, mientras la joven ha asegurado que lo hacía todos los días.
Los supuestos abusos, que la Sección Primera de la Audiencia Provincial juzgaba este martes, comenzaron en 1986, cuando el acusado contrajo matrimonio con la madre de la víctima y se fueron a vivir juntos a Playa Blanca. Según la Fiscalía, el acusado aprovechaba “los diversos momentos en que se encontraba a solas” con la niña, entonces de 6 años de edad, y “bajo la amenaza de que si contaba algo mataría a su madre, acometía contra ella “numerosos tocamientos en sus zonas íntimas, llegando a obligarla a que le practicara felaciones y llegando en ocasiones a eyacular sobre ella”.
Los abusos, según ha asegurado la víctima en el juicio, se cometían en el sótano de la vivienda, donde el acusado tenía instalado un taller de timples.
Los hechos, según sostiene la Fiscalía, finalizaron cuando el acusado y la madre de la menor “rompieron la relación”. Sin embargo, la víctima no denunció hasta ser mayor de edad ya que su madre, a quien acabó confesándole lo sucedido, no quería que lo hiciera, según ha relatado en el juicio. Así, fue tras el fallecimiento de la madre, y después de que Martín. C.H., acudiera varias veces al puesto de trabajo de la víctima, cuando se sintió “acosada” y acabó presentando la denuncia.
La Fiscalía pide 15 años de prisión para el acusado así como una indemnización de 40.000 euros para la víctima.