La familia lanzaroteña del Costa Concordia pide 360.000 euros de indemnización en el juicio contra la naviera
La sentencia se conocerá en 20 días. /Vea el vídeo
Lancelot Diigital
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Recientemente se ha cumplido un año del naufragio del crucero Costa Concordia y medio centenar de españoles procedentes de Canarias, Baleares, Andalucía, la Comunidad Valenciana y Madrid esperan que la justicia dictamine la cuantía de las indemnizaciones que recibirán.
En el caso de Lanzarote existe una familia, la formada por Teresa Curbelo, su marido, Benito González y su hijo pequeño, Pablo, que vivieron una pesadilla que ahora esperan que se les compense económicamente.
El juicio celebrado este miércoles 30 de enero ha quedado visto para sentencia y ésta se dictará en 20 días por el Juzgado de Primera Instancia Número 63 de Madrid, que fijará las indemnizaciones que recibirán los cerca de 40 afectados españoles que han rechazado la oferta propuesta por la naviera.
“Ellos han presentado un perito que ha intentado justificar un poco el desastre aunque no hay manera de justificarlo porque se sabe a ciencia cierta que se trató de una negligencias tras otra”, ha señalado Teresa Curbelo.
Teresa y su familia piden una indemnización de 120.000 euros por cabeza. “Es un baremo que incluye todo desde el equipaje, date cuenta que yo tenía en ese camarote casi 16.000 euros demostrable con facturas, hasta los daños psicológicos”, añade.
Teresa Curbelo y Benito González forman parte de la Asociación de Afectados Españoles Costa Concordia 2012 que está integrada por medio centenar de personas procedentes de Canarias, Baleares, Andalucía, Comunidad Valenciana y Madrid.
Una asociación que pretende que cada caso se atienda de forma individualizada teniendo en cuenta una serie de parámetros como el coste del billete por la pérdida de ocio, el importe de los enseres y objetos que llevaba cada uno y el daño moral por las circunstancias que padecieron.
El Costa Corcordia, que todavía permanece encallado frente a la isla de Giglio, naufragó el 20 de enero, después de que el capitán del barco, Francesco Schettino, que todavía está pendiente de juicio, se desviara de la ruta establecida y además fuera de los primeros en abandonar el barco.
Un total de 25 personas murierony otros siete cuerpos no pudieron ser encontrados.
