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Campaña muy tibia

 

La campaña electoral no está siendo fácil para nadie en Lanzarote. A la falta de recursos económicos (casi cero euros) de los principales partidos de la isla se suman las dificultades cada vez mayores para que la gente vaya los mítines o actos electorales en general. De hecho, sólo CC y PSOE se han atrevido a realizar algún acto hasta ahora. El primero, de presentación de candidatos en La Villa, que entre el frío y el poco entusiasmo no lució a gran altura ni tuvo la repercusión mediática esperada. Los nacionalistas lanzaroteños, a pesar de haber puesto toda la carne en el asador con dos candidatos (Marci Acuña y Oswaldo Betancort) de primer nivel, se encuentran con el obstáculo nada desdeñable que más que nunca esta campaña se ha polarizado en quién va a gobernar España. A eso habría que sumarle los atentados de Paris y la crisis económica que centra el debate más a la altura de España que a los problemas que tiene Canarias. Más que nunca Canarias necesita tener voz en Madrid y más que nunca lo va a tener más difícil, porque el viento no sopla a favor de CC en estas elecciones que siempre han sido difíciles para los nacionalistas. El PSOE está haciendo un esfuerzo importante, aunque sin mucho éxito en los dos actos que han celebrado. Uno el viernes pasado en el Centro Cívico de Arrecife con Sebastián Franquis, candidato al Congreso por Gran Canaria, y otro en Tías con la presencia del ex ministro de Justicia, el polémico Juan Fernando López Aguilar. Sin duda, Aguilar ya no era lo que fue y da la impresión de que lo colaron en Lanzarote porque nadie quería contar con él, lo que demuestra lo dura que es la política cuando antes se lo rifaban y le hacían la ola. Es de los pocos a los que su altura intelectual le ha jugado en contra, sobre todo por el jaleo con su ex compañera que injustamente lo marcó para siempre.

 

Dolores de cabeza

 

Lo que ha quedado claro desde hace años y ahora se comprueba en estas elecciones es que los actos o mítines ya no tienen mucho sentido si alguna vez lo tuvieron. No sólo porque sirven para que vayan los militantes ya convencidos de las distintas formaciones sino, sobre todo, porque en lugar de demostrar el “músculo” de los partidos, lo que demuestra es lo flojos que están. Por eso ya hay voces en el PSOE que no ven muy acertado que se sigan creando actos donde se refleja el poco apoyo popular que tienen. Como ya dijimos en esta misma pantalla impresa, uno de los responsables de la campaña de los socialistas ha sido Carlos Espino, antiguo ex secretario general del PSOE. Decisión que adoptó, dicen, la dirección del partido en Lanzarote y que no sentó muy bien a muchos fieles militantes que entendían que no era lo mejor tras los muertos que el “picudo rojo” dejó en su camino cuando él habitaba entre nosotros. Precisamente Espino y la secretaria general del Comité Local de Arrecife son los que nos cuentan andan reunidos todo el día para asuntos electorales. Como saben, dicen que es la secretaria de organización de Arrecife, persona de confianza de Dolores Corujo, a quienes acusaron de estar en el llamado “contubernio del Charco” o, lo que es lo mismo, la operación de las tres mujeres que trataron de jugársela al alcalde de Arrecife y secretario general de la agrupación socialista de la capital, José Montelongo, por celos y otras cuestiones varias.

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