¿Hipocresía socialista o ceguera parcial?

Critica el socialista Alfredo Mendoza la “ambición política” de Astrid Pérez por aceptar ser la presidenta del Parlamento de Canarias y “abandonar” el Ayuntamiento de Arrecife y los arrecifeños. Lo califica de fraude electoral y se da golpes en el pecho asegurando que ellos, los socialistas, nunca lo harían. Tal vez a Mendoza, legitimo ganador de las elecciones que no pudo gobernar por el pacto firmado entre CC y PP, se le olvida que está viendo la paja en el ojo ajeno, pero ignorando la viga de tamaño descomunal en el propio. Y es que exactamente lo mismo que critica está ocurriendo en el seno del PSOE lanzaroteño con su propio líder, Dolores Corujo.

La viga en el ojo propio que Mendoza no ve

En efecto, la expresidenta del Cabildo de Lanzarote, que ha perdido las elecciones por 69 votos mientras que veía que su partido ha arrasado en los municipios de casi toda la isla, también se va. En efecto, Corujo ha decidido abandonar tanto la primera institución insular, donde tendría que ejercer de líder de la oposición, como el Parlamento de Canarias y se presenta de cabeza de lista por el Congreso para ver caras nuevas y no tener que tragarse, día a día, la humillación de tener que “soportar” a los que la “soportaron” a ella cuando era la “jefa”. Para Mendoza eso no fraude electoral, ni ambición política, ni abandono, debe ser que estas cosas cuando las hacen los socialistas están bien, pero cuando las hacen los demás es preciso criticarlas. Desde este trasmallo le pedimos al señor Mendoza, no ya un poco menos de hipocresía, sino algo más de coherencia para aceptar la realidad: ningún político abandona un puesto mejor desde el que podría beneficiar a la isla.