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La decisión de Fabián

La decisión de Fabián Martín de abandonar la política tras los malos resultados que ha obtenido el PIL es un ejemplo a la inglesa de los líderes políticos cuando fracasan en las urnas sus proyectos. Y eso le ha ocurrido al PIL en estas elecciones donde de unos 20 cargos públicos se han quedado tras las elecciones del 24-M con tan sólo 8. El desgaste del proyecto insularista del PIL viene perdiendo fuelle desde hace años, desde que los problemas carcelarios de su líder natural fueron empeorando. Aunque el PSOE siempre salvó al PIL y gobernó en alianza en los últimos 20 años hasta el estallido del caso 'Unión', la pasada legislatura marcó el principio del fin del PIL, un proyecto dificil de salvar a pesar de los esfuerzos del propio Fabián Martín, que posiblemente se haya dado cuenta que no tiene mucho sentido seguir insistiendo en el fracaso. Algunas voces auguran que éstas serán las últimas elecciones a las que concurran el PIL al menos en solitario y posiblemente no se equivoquen. Es verdad que el PIL, curiosamente, puede salvar algunos muebles del hundimiento electoral porque puede entrar a formar parte del grupo de gobierno de varias instituciones de la isla. La necesidad del PSOE y de José Montelongo de encontrar un tercer aliado con dos actas de concejales que, junto a los cinco ediles de CC, puedan convertirlo en alcalde de Arrecife, puede salvar en parte lo que queda del PIL esta legislatura. Podría obligar el PIL negociar su entrada en otras instituciones donde gobierna el PSOE como en San Bartolomé o incluso en el Cabildo a cambio de darle estabilidad al gobierno de Arrecife. Todavía al PIL le quedan algunas cartas por jugar antes de que ponga el cartel de cerrado por defunción y si las juega bien podría alargar, al menos, la agonía.

 

El adiós del hijo de Dimas

 

Porque el problema del PIL no es si una fuerza de carácter insularista es necesaria como ellos creen todavía, sino si Lanzarote lo entiende así. Y por los resultados electorales parece que no. Merecen en cualquier caso un análisis más reposado las causas de su deterioro, pero parece a bote pronto que dos han sido principalmente las causas de su desmoronamiento: el cambio sociológico que ha vivido la sociedad lanzaroteña en los últimos 15 años, nada que ver con la sociedad que se encontró Dimas Martín, y las propias aventuras judiciales del fundador del proyecto que lo fue todo a finales de los 80 y hasta bien entrados los 90 en Lanzarote. El adiós de Fabián a la política, una persona de carácter afable, conciliador y buena gente, parece definitivo, y es sin duda una pena, porque no sobra en la isla gente que tenga discurso, que sepa defenderlo y que vaya en beneficio de la Lanzarote. Si tuvo a su favor para su lanzamiento político ser hijo de Dimas, el apellido Martín finalmente supuso una pesada loza que terminó por arrastrar él sólo. Cayó el padre y ahora el hijo. Era previsible y lo extraño es que haya aguantado tanto, lo que indica la fortaleza que tuvo ese proyecto y los cimientos en los que se levantó. Por suerte, para Fabián Martín su situación personal y profesional le permite no aferrarse ya a ninguna poltrona, lo que no pueden decir otros políticos en esta isla. No necesita ser un paniaguado de la política. La decisión de Fabían no sentó nada bien a su padre, pero ésta vez fue la decisión de Fabián la que se impuso contra el criterio de Dimas.

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