Un error bien aprovechado por el PSOE

- Lancelot Digital
Jesús Machín, alcalde de Tinajo, se lo puso en bandeja al PSOE. No es fácil para los socialistas conejeros hacer frente en las urnas a este político sui géneris de Coalición Canaria, que ya encadena cinco mandatos y cuatro mayorías absolutas. Pero en esta ocasión encontraron una rendija: una desafortunada explicación del regidor sobre unas facturas vinculadas a un hotel de La Santa. La denuncia socialista fue inmediata: "complicidad" del alcalde con los agresores de violencia machista. El eco en los medios, previsible: titulares insinuando que el popular Machín "hospeda en hoteles a los maltratadores". El relato perfecto para la oposición.
Es cierto que Machín cometió un error de formas y de explicación —lo reconocen incluso quienes le son más próximos—, aunque probablemente con una intención bien distinta a la que se le atribuye. Lo llamativo, sin embargo, no es tanto la torpeza inicial como la rapidez con que el PSOE saca partido político de cada tropiezo ajeno, mientras suele mirar hacia otro lado cuando la sombra de la polémica se proyecta sobre su propia casa.
¿Y los casos socialistas en Lanzarote?
El PSOE se ha rasgado las vestiduras por el episodio de Tinajo, aireado como si de una gran revelación se tratara. Pero, curiosamente, no se ha escuchado ni una palabra de Dolores Corujo ni de otras dirigentes socialistas sobre casos mucho más delicados que afectan a compañeros de partido en la isla.
Ahí está la denuncia de una trabajadora de los Centros Turísticos contra un exconsejero del Cabildo por supuestos comentarios machistas y propuestas deshonestas. Ni investigación interna ni respaldo público a la víctima: silencio absoluto. O la denuncia de una exasesora del teniente de alcalde de Tías, Nicolás Saavedra, también por conductas machistas. De nuevo, mutismo.
En estos casos, el PSOE prefiere esperar a los juzgados —y hace bien— porque cuando hay dos versiones lo responsable es dejar que la Justicia aclare. Pero esa misma prudencia que aplican con los suyos desaparece cuando el señalado es de enfrente. Entonces no hay matices: se condena primero en los titulares. El propio presidente Pedro Sánchez hablaba esta semana de la "condena del banquillo mediático" por las investigaciones que afectan a su familia. Pues bien, exactamente eso han hecho en Lanzarote con Jesús Machín. Y cuesta creer en la sinceridad de esa indignación cuando el partido que se escandaliza es el mismo que tolera en silencio las sombras de Ábalos, investigado no solo por el "caso Koldo", sino por episodios de un machismo palmario.
Nadie dice que el PSOE no pueda criticar lo sucedido en Tinajo. Lo que se pide es coherencia. Porque sin coherencia, la denuncia política se convierte en simple oportunismo.