PUBLICIDAD
PUBLICIDAD

¿Y qué dice el PSOE de Lanzarote?

 

 

De momento, silencio absoluto. El PSOE de Lanzarote, ese que dice no tolerar la corrupción, aún no ha emitido una sola palabra sobre los vergonzosos audios revelados por la UCO. En ellos se evidencian los tejemanejes de Santos Cerdán —hasta el pasado jueves, su todopoderoso secretario de organización— para amañar contratos públicos a cambio de comisiones, que luego se habrían repartido con personajes como el rudo Koldo García y el exministro y también exsecretario de organización del PSOE, José Luis Ábalos.

 

Pero no desesperen, militantes y votantes socialistas. Muy pronto llegarán las declaraciones condenando estos hechos como "casos aislados" de unos pocos "garbanzos negros", como todos los partidos tienen. Eso sí, acto seguido defenderán que lo mejor para el país, por supuesto, es que Pedro Sánchez siga en La Moncloa, que ni hablar de elecciones anticipadas y que el PP no está en condiciones de dar lecciones de ética.

 

Tampoco esperen demasiado de los medios locales afines al PSOE, tan limpios y neutrales ellos. Como mucho, algún tímido comentario diciendo que "es una vergüenza". Pero exigir elecciones o reconocer que el gobierno está tocado, que el ambiente es irrespirable, eso no lo verán.

 

¿Cuántos casos más de corrupción hacen falta?

 

Para comprender la gravedad de lo ocurrido en las últimas semanas, solo hace falta hacer un sencillo ejercicio mental: imaginen que todo esto le hubiera pasado al Partido Popular. ¿Qué estarían haciendo ahora los medios afines a los socialistas en Lanzarote? ¿Y los líderes del PSOE? Fácil: pidiendo dimisiones en masa, elecciones inmediatas y comparando la situación con una cloaca sin fondo.

 

Pero como los implicados son de casa, silencio o relativización. Y mientras tanto, el Gobierno de Sánchez sigue acumulando escándalos: el caso Mascarillas, el caso Aldama, el caso Koldo y Ábalos, el caso Leire Díez, y ahora el caso Santos Cerdán. ¿Cuánto más tiene que pasar para admitir que ya ha pasado demasiado?

 

La izquierda alternativa, por su parte, ni está ni se le espera. Más allá de cruzar los dedos para que el soldado Sánchez aguante, no parece haber voluntad real de regeneración ni de exigir responsabilidades.

 

Comentarios (4)