Domingo, 14 Diciembre 2025
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Los funcionarios exigen mayor seguridad y medios debido al aumento de la conflictividad

 

  • Lancelot Digital

 

Las dos presuntas muertes por suicidio se han registrado entre los barrotes de las cárcel de Tahíche en el último año, han levantado ciertas alarmas entre los funcionarios de esas instalaciones. Señalan que desde hace meses vienen denunciando el aumento de la peligrosidad por la estancia de presos conflictivos que se agreden entre ellos o a los propios vigilantes.

 

La última persona que se quitó la vida fue en la madrugada del miércoles al jueves en su celda del módulo de ingresos de aislamiento. Al parecer esta persona sufría brotes psiquiátricos y fue tratada como un preso más, teniendo a un compañero de apoyo por la noche que fue quien se encontró el cuerpo ya sin vida pendiendo de una sábana. 

 

Según confirman fuentes cercanas a la investigación el preso fallecido es el mismo que el que agredió la semana pasada a un funcionario de la prisión cuando volvía de un juicio. 

 

Desde CSIF critican que no se trate como enfermos mentales a este tipo de internos que deberían estar en un centro psiquiátrico penitenciario. Denuncian que la atención médica para este tipo de casos en la prisión es muy deficiente. 

 

Destancan desde los sindicatos que Tahíche siempre ha sido una cárcel más o menos tranquila pero que en los últimos años se ha generado mucha tensión por la falta de personal y de medios. Reclaman que los internos catalogados como agresivos sean trasladados a otras prisiones más preparadas para este tipo de casos con características especiales. 

 

Al parecer, los representantes de los trabajadores han enviado una misiva a Instituciones Penitenciarias para que obligue al director de la cárcel de Tahíche a que exija esas mejoras.


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