Estas son las recomendaciones del Cabildo tras activar el PEIN
Ha publicado un decreto para extremar las precauciones
El Cabildo de Lanzarote ha activado el Plan Territorial de Emergencias Insular (PEIN) a partir de las 00:00 horas del jueves 13 de noviembre, tras la declaración de alerta por lluvias, vientos y tormentas emitida por la Dirección General de Emergencias del Gobierno de Canarias. Esta decisión se toma ante la llegada del frente frío asociado a la borrasca Claudia, que afectará a todas las islas, y que en el caso de Lanzarote y La Graciosa traerá precipitaciones localmente fuertes, rachas de viento que podrían superar los 90 km/h y tormentas con aparato eléctrico.
La alerta abarca a todos los municipios de la isla —Arrecife, Haría, San Bartolomé, Teguise, Tías, Tinajo y Yaiza—, e incluye medidas preventivas como la suspensión de todas las actividades deportivas, culturales y de ocio, así como la cancelación de las clases presenciales durante toda la jornada del jueves. También se recomienda el teletrabajo para el personal de las administraciones públicas y se suspende la actividad en los centros sociosanitarios y de mayores mientras se mantenga la alerta.
Asimismo, se ha ordenado el izado de la bandera roja en todas las playas de Lanzarote y La Graciosa, prohibiéndose el baño ante el riesgo de fuerte oleaje y vientos costeros. Las autoridades insisten en que tanto instituciones como la ciudadanía deben extremar las precauciones, revisar tejados, azoteas y desagües, evitar estacionar en barrancos y mantenerse informados a través de los canales oficiales y las emisoras locales.
Finalmente, el Cabildo ha instado a los ayuntamientos a mantener limpios los sistemas de drenaje, vigilar los cauces y zonas de desprendimientos, y activar sus respectivos planes municipales de emergencia (PEMU). Los servicios de emergencia estarán en coordinación permanente con el CECOES 1-1-2 para atender cualquier incidencia derivada del temporal. La prioridad de la administración insular, recalca el decreto, es preservar la seguridad de la población ante un episodio meteorológico que podría generar lluvias torrenciales y vientos de gran intensidad.
