La Graciosa seguirá cerrada al turismo
Hasta finales de junio no se podrá ir a la octava isla ya que está prohibido viajar entre islas hasta la cuarta fase
Poco o muy poco van a notar los gracioseros el adelanto de la aplicación de la desescalada 15 días con respecto al resto de España y de Canarias.
La prohibición de viajar entre islas anunciada por el presidente del Gobierno de España el pasado martes, hasta al menos llegada la cuarta fase, impedirá que nadie, ni siquiera los lanzaroteños, puedan ir a pasar unos días de turismo en la Octava Isla.
Por lo tanto, pocos efectos prácticos tendrá la noticia de la que se han hecho eco gran parte de los medios de comunicación del país, ese adelanto de una de las fases de la desescalada que se suponía que les liberaría de las restricciones de la libertad de movimiento.
Más allá de que los 700 gracioseros puedan, desde el día 4, comer o tomar unas copas en la terraza de un restaurante, poco más podrán hacer de lo que ya hacían.
En ese sentido, hay sentimientos encontrados entre la población consultada. Los más radicales se alegran de que no vengan turistas porque así se protegen de cualquier posibilidad de contagio y pueden seguir con el prurito de ser la única isla de Canarias libre de Covid 19.
En cambio, los más realistas creen que lo lógico era que, al menos, se hiciera una excepción y se permitiera, a los vecinos de Lanzarote, desplazarse ya desde el día 4 a la Octava isla. De esta manera, se podría comenzar a activar la economía graciosera.
Sea como sea, y si el Gobierno de España, no específica lo contrario, La Graciosa estará sin turistas al igual que el resto del país hasta finales de junio.
