Regresa a Mallorca tras cinco días atrapado en Lanzarote
El enfermero conejero salió este viernes para Barcelona y podrá por fin volver a su puesto de trabajo en el hospital
- Lancelot Digital
Historias excepcionales para una situación excepcional. Es lo que nos estamos encontrado estos días en el aeropuerto César Manrique-Lanzarote, donde miles de visitantes y turistas, también nativos, esperan por un vuelo de regreso a sus lugares de residencia o trabajo. Las historias de miles de visitantes que se han visto atrapados en la isla sin poder salir tras el estado de alarma decretado por el gobierno para combatir el coronavirus. Es el caso del enfermero de la UCI de Son Llátzer de Mallorca, el conejero Adrián Ferrer, que llevaba cinco días atrapado en la isla de Lanzarote y cuya historia recoge este viernes diariodemallorca.es.
Un enfermero que, tras el llamamiento que se ha hecho para que todo el personal sanitario acudiera a trabajar, como consecuencia de la alarma sanitaria que se ha decretado debido a la pandemia del coronavirus, quiso adelantar su vuelta a Mallorca, cosa que no ha conseguido hasta hoy, ya que ninguna compañía aérea lo quería reubicar en un vuelo que le permitiera su regreso.
El lanzaroteño aprovechó unos días de vacaciones que tenía pendientes para desplazarse a su ciudad de origen y visitar a su familia, que reside en Lanzarote. Sin embargo, ante las noticias del contagio masivo provocado por el virus acudió al aeropuerto para pedir que le adelantaran el vuelo de regreso, debido a que se trataba de personal sanitario, además especialista en tratamiento de enfermos ingresados en UCI, pero no tuvo suerte hasta este viernes que lo reubicaron por fin en el único vuelo diario que sale a Barcelona tras el autoaislamiento del Archipiélago tanto por tierra como por mar, ya que también su vuelo de vuelta, previsto para este jueves, fue cancelado.
La historia de Adrián Ferrer se suma a la de tantas personas que esperan diariamente por un vuelo que los lleve a casa o al lugar de trabajo. Este jueves también conocíamos la historia de otros dos afectados por el cierre casi total de las conexiones de la isla con el exterior.
