Viernes, 05 Diciembre 2025
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  • Lancelot Digital
  • Cedida

 

Imagínense fracturarse el fémur después de un fuerte traumatismo y que en el hospital le recetasen un jarabe para la tos. Sería una acción estéril. Algo similar ocurre con la vivienda. Desde hace dos años, el gobierno de Pedro Sánchez y el PSOE en su máxima extensión en todas las comunidades autónomas se ha centrado en señalar a la vivienda vacacional como principal factor de la realidad que estamos viviendo que no es otra que precios inasumibles de compra, unos alquileres imposibles, una oferta escasa y una demanda cada vez más asfixiante.

 

Lo cierto es que uno de los principales males de esta situación es que la Ley de Vivienda de Pedro Sánchez, en resumen, desprotege a los propietarios, creando así un miedo generalizado que hace que todos estos inmuebles o no salgan al mercado o lo hagan en calidad de régimen vacacional que ofrece muchas más garantías; independientemente del beneficio que suponga para el dueño.

 

La aplicación de "Zonas Tensionadas" tampoco ha sido efectiva y como se ha comprobado tanto en el País Vasco como Cataluña, dos provincias donde se aplicó, se redujeron los inmuebles de alquiler y los que salían al mercado todavía registraban valores superiores a los iniciales. 

 

El doctor en Economía y director general de la fundación Civismo, Albert Givernau, fue claro y contundente en Lancelot Radio al manifestar que el informe sobre la Ley Nacional de Vivienda después de dos años de aplicación es un fracaso. Considera que la escasa construcción de casas crea un déficit que se amplía cada año. “En España cada año se crean alrededor de 260.000 nuevos hogares y sólo se construyen entre 80.000 y 100.000 viviendas. Esto significa que cada año hay un déficit de 160.000 viviendas, que en diez años se convierten en 1.600.000 viviendas. La conclusión que sacamos es que el precio seguirá creciendo por esta falta de viviendas”, señaló.

 

 


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