PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD

El PSOE y el PP se "pelean" por el mural de César Manrique

Ambos partidos reivindican la autoría política del freno a las obras que ponían en peligro el último mural urbano de Manrique en Madrid

  • Lancelot Digital
  •  

    El mural cerámico que César Manrique creó en 1954 en la calle Santa Cruz de Marcenado, a pocos metros de la Plaza de España de Madrid, ha abierto una nueva disputa política entre el PSOE y el PP de Lanzarote. La pieza, el único mural urbano a pie de calle que queda fuera del Archipiélago, ha sido protagonista de una intensa pugna institucional para asegurar su conservación, después de que el Ayuntamiento de Madrid decidiera suspender durante un año las obras previstas en el inmueble que lo alberga.

     

    Días atrás, la periodista Concha de Ganzo alertaba en Lancelot Medios del riesgo de que esta obra terminara como otra pintura mural que Manrique dejó en la capital, en su casa de la calle Covarrubias, hoy completamente destruida tras una reforma. Este precedente ha despertado preocupación entre expertos, como la profesora de la Universidad Complutense Violeta Izquierdo, que considera urgente su conservación y denuncia el abandono institucional que ha rodeado la pieza hasta ahora.

     

    En este contexto, el Partido Popular ha celebrado la decisión del consistorio madrileño —presidido por José Luis Martínez-Almeida— como un logro propio. La secretaria insular del PP y vicepresidenta del Cabildo de Lanzarote, María Tovar, ha valorado la “sensibilidad” del equipo de gobierno de Madrid, subrayando que “es el primer paso para decidir qué régimen de protección es el más viable”. El PP ha rechazado la figura del Bien de Interés Cultural (BIC) por considerarla “una solución recurrente” que podría complicar el proceso de conservación.

     

    Por su parte, el PSOE también se atribuye la victoria. La portavoz del Grupo Socialista en el Cabildo, Ariagona González, y el consejero Benjamín Perdomo, viajaron a Madrid junto a la portavoz socialista en la Asamblea madrileña, Mar Espinar, para impulsar su protección. Aseguran que gracias a una acción coordinada entre Cabildo, Congreso y Asamblea se ha conseguido no solo paralizar las obras, sino iniciar los trámites para su declaración como BIC y abrir la vía para que el Gobierno de Canarias adquiera el local como espacio cultural.

     

    La secretaria general del PSOE, María Dolores Corujo, defendió la iniciativa como una muestra del “compromiso cultural que caracteriza al Partido Socialista”, asegurando que esta acción es también una forma de proteger “el modelo de isla que nos legó Manrique”.

     

    Un mural amenazado por la especulación

     

    La obra, ubicada en el número 9 de la calle Santa Cruz de Marcenado, fue concebida por Manrique para una empresa de construcción. A día de hoy, permanece a la intemperie, con señales de deterioro, rozaduras, papeles publicitarios pegados y escasa protección. Su valor artístico, sin embargo, sigue intacto para quienes lo observan de cerca: su trazo armoniza aún el espacio urbano con esa mirada transformadora que caracterizó al artista conejero.

     

    La profesora Violeta Izquierdo, especialista en la obra de Manrique, ya había solicitado en 2022 su declaración como Bien de Interés Cultural, junto a la artista Patricia Esquivias, sin obtener respuesta. “Es muy deseable que esta obra se conserve, se restaure y se mantenga para evitar que sea víctima de la especulación o la indiferencia”, señala Izquierdo.

     

    Un local a la venta por 500.000 euros

     

    El mural de César Manrique se encuentra en el exterior de un local comercial actualmente en venta. El precio: 500.000 euros. Una cifra que abre una incógnita sobre su futuro y que vuelve a poner sobre la mesa si el arte urbano —incluso el legado de Manrique— está realmente protegido frente al mercado.

     

    Comentarios (1)