¿Qué hay detrás del barco que encalló en extrañas circunstancias en Órzola?

Un caso similar se produjo hace unos meses en la isla y deja abierta la posibilidad de una nueva vía de inmigración ilegal a Canarias

En torno a las cinco y media de la mañana un barco encallaba en una zona rocosa del norte en el Charco de la Condesa, en Órzola. Rápidamente y ante la alerta de los tripulantes que pidieron auxilio se empezaron a movilizar todos los equipos de rescate, así como las dotaciones sanitarias. “Activamos el parque centra, el de La Graciosa y el Parque sur”, explica Enrique Espinosa, gerente del Consorcio de Seguridad y Emergencias.

No ha sido sencillo el rescate de los cinco tripulantes de origen marroquí que se encontraban en el interior del atunero. Principalmente por la oscuridad de la madrugada y las fuertes rachas de viento que azotan al norte este miércoles

Por ese motivo incluso se tuvo que activar el helicóptero del GES.

Tras horas de trabajo sobre el terreno, pudieron rescatar con vida a los cinco marroquís que se encontraban en el interior del barco en el momento que encalló.

Rubén López, director de operaciones de Emerlan, explica que se “trata de una baja, una zona rocosa, pero se puede caminar, y les permitió llegar a la orilla. Cuando llegamos estaban en tierra”.

Una vez rescatados, otro episodio se originó y es que como por arte de magia comenzó a prenderse la embarcación en mitad de las rocas. Fueron los Bomberos los que trataron de sofocar las llamas, pero con escaso éxito porque la dificultad de acceder al barco complicó las tareas.

Por ese motivo “se declaró el Plan de Emergencia Insular por contaminación marina”.

La Guardia Civil ha abierto una investigación para esclarecer las circunstancias del incidente y ha tomado declaración a los supervivientes ya que se contempla que sea una embarcación robada en Marruecos. Al tratarse de una llegada irregular a la isla, se ha aplicado la Ley de Extranjería, y el caso ha sido asumido por la Policía Nacional. Un modus operandi similar al que ya ocurrió hace unos meses en Lanzarote y que abre una nueva vía de inmigración ilegal a Canarias